-Mija- volvió a decir mas bajo la señora que aun no se había presentado. MI mirada curiosa paso desde ella hasta mis padres que miraban la escena en el interior de la casa, yo a diferencia de ellos me encontraba bastante alejada, por no decir fuera de la casa.
-Pasa- susurro mi padre estirando su mano para tomar la mía. A paso lento entre en la casa de lo nuevos vecinos para encontrarme una escena muy peculiar.
Una niña tenia encima a un gran perro, se puede decir un pastor alemán lamiéndole el rostro. -¿Mamá puedo?- pregunte mirando esperanzadoramente y solo basto que ella asintiera para que me acercara al gran perro.
-¿Hola?- dije en bajo causando la mirada de la niña debajo del perro.
-Hey- como pudo se levanto quitando al gran perro y estiro su mano hacia mi.
No se como describir eso, no encuentro las palabras exactas solo que, el recorrido que llevo por mi cuerpo era técnicamente de otro mundo.
Sus ojos se enfocaron en los mios, de forma curiosa ladeando su cabeza y sonriendo mientras su lengua quedaba entre sus dientes.
Y Sonreí -Hola soy Lauren- me presente aun con su mano entre la mía.
-Hey Lauren, soy Camila- dijo riendo -Pero con C de casa y una solo L- y es que aquello me había hecho gracia causando e mi una risita.
-Se han llevado bien- dijeron mis padres mientras abrazaban a los otros vecinos.
-¿Esta inmensa?- apareció un hombre, creo era el papá de Camila por como alboroto su cabello y luego acomodo un poco mi gorrito color negro con una sonrisa.
Entonces mire de nuevo a la mujer que hablaba con mi madre.
Claro ella es la mujer que entre aquel día en la habitación hizo una mueca de asombro mientras se tapaba su boca. Lo que quiere decir que...
-Lauren ella es Sinuhe Cabello y Alejandro Cabello- dijo mi madre mientras abrazaba a la mujer al lado de ella. -Ellos fueron a tu nacimiento, pero por cuestiones familiares tuvieron que volver a Cuba una semana después- al finalizar de decir aquello mis ojos fueron a la chica al lado mio que no dejaba de mirarme.
-Me gusta el color de tus ojos- soltó derrepente y se tapó su boca avergonzada mientras su la tonalidad de sus mejillas cambiaba a un sutil rojo.
-Y a mi los tuyos- le susurré a su lado.
Nuestros padres no perdían momento sobre el hecho de que al parecer las hijas de las familias amigas, podían tener el mismo desenlace, ser amigas.
-Y obviamente ya has conocido a la pequeña Camila- dijo mi madre acercándose a Camila acariciándole suavemente su cabello, la chica la abrazo un rato sin quitar la sonrisa de su rostro -Esperamos sean tan buenas amigas como lo somos nosotras- al terminar de decirlo su mirada se poso en la señora Sinuhe con una sonrisa.
-¿Eres latina?- pregunte al cabo de un rato de estar jugando con Pelicano, el perro de los cabello.
-Sip- dijo haciendo énfasis en la letra P del final.
Mi sonrisa se amplio y ella se quedo mirándome para comenzar a sonreír conmigo -Me gustan los latinos- y eso causo que la chica se sonrojara y bajara su mirada.
El resto de la noche paso sin ninguna novedad, jugué con Camila y Pelicano un largo rato hasta que nos gritaron para que nos lavaramos las mano e ir a cenar. Mis padres hablaban como miles de cosas por segundo, sobre todo esos momentos en que los vecinos no han estado en sus vidas.
Al finalizar la cena que al parecer adaptaron para que nosotras quisiéramos comer, Camila me enseño su dormitorio. Me hizo gracia el hecho de que su cama tenia una sabana de cachorritos y de fondo rosado.
Nos tiramos en su cama y comenzamos a ver lo que estaban dando en la televisión y no llegamos a una hora cuando comenzamos a bostezar.
-Te parece- fue el leve reproche y tristeza de Claudia a mi lado.
-Pero vivimos en un depa- respondí mirando de soslayo el pequeño espacio equipado para unos cachorros.
-Pero es de raza chica- junto sus manos suplicando -Y lo llamaremos Maxi- sus ojos se agrandaron mientras abanicaba sus pestañas como tenia costumbre.
-Yo...- mi mirada de alterno entre ella y el corral. -Esta bien, ese sera tu regalo de aniversario que por cierto es...- aquello había quedado a medias cuando ella había saltado encima de mi dejando un beso en mis labios.
-El mejor regalo de la vida- dijo para despegarse de mi e ir corriendo a elegir el cachorro, por no decir que ya la mujer lo tenia en sus brazos esperando por ella -Te dije que no tardaría- y acuno en su pecho al pequeño cachorro.
-Osea ¿Que ya venias con un plan entre manos?- dije llegando a donde ella y la mujer dueña de la casa que se estaba riendo por mi pregunta.
-Claro, mi cielo- dejo un beso en mi mejilla y salio de aquella casa como una ganadora.
Y creanme, lo era.
-Vamos Papá, se hace tarde- trataba de mover a mi padre que era como un tronco pesado.
-Calma Lolo- dijo riendo mientras se levantaba y caminaba a mi lado.
-Normani me esta esperando- junte mis manos en suplica.
-Mike, lleva a la niña a su entrenamiento, ya lo habíamos acordado- dijo mi madre logrando que mi mirada ganadora saliera a flote mientras reía.
-Si Mike, ya lo habíamos acordado- le reproche ganandome una risa por parte de mi madre y una cara de asombro por parte de mi padre.
-Nadaremos, nadaremos...- comencé cuando estaba de camino al entrenamiento junto a Normani, nuestros padres iban detrás.
-En el mar, el mar, el mar...- continuo ella.
Y justo cuando estábamos por continuar vimos el campo de fútbol y comenzamos a gritar de emoción y corrimos hasta tenerlo en frente.
-¡¡MARAVILLOSO!!- grite mientras Normani asentía.
-Chicas vamos- nuestros padres apuntaron el camino hacia el sitio.
-El día de hoy tengo sentirme agradecido de tener a grandes jugadoras como ustedes- Aquel hombre que había formado arte de un equipo de fútbol no estaba entrenando -Luego de estas dos horas de juego debo admitir que tengo algunas de ustedes en diferentes posiciones del campo- comento causando que Normani y yo mirábamos.
-Creo que podemos tener buenos sitios- Murmuré causando el asentimiento de mi amiga.
-Hasta mañana chicas- se despidió el hombre agitado su mano mientras yo buscaba mi botella de agua y le daba un largo sorbo.
-Un día como hoy merece un...- mi padre hablo y junto al de Normani gritaron -¡HELADO!-
Esa noche no soñé con Claudia, esa noche pensé en invitar a Camila a los entrenamientos.
¿Aceptara?.
*Espero les guste y disculpen si existe algún error*
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RENACER (CAMREN)
FanfictionRachel y Claudia se han conocido desde hace tres años y un poco más. Un novio abusivo se encontró contra una chica que no le interesa nada. Desde entonces han sido inseparables. Una tarde luego de ir de comprar sufren un accidenté en el que antes de...