My Dancer [Jariana]

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***

Toco la puerta de aquella habitación. No sabía si estaba acompañada de su familia o si estaba con sus amigos.

— Pase

Entré a penas escuché una respuesta.

Quedándome en el marco de la puerta observé a quiénes estaban dentro, efectivamente eran su familia; su madre, su hermano y su abuela. Quiénes se quedaron mirándome.

— No puedo creerlo. Ari, es Justin Bieber —dijo su hermano en un tono que llegué a escuchar

Rápidamente ella buscó mi mirada, podía observar sus ojeras y las bolsas debajo sus ojos, estos también estaban rojos. Su cabello estaba hecho una enredadera y tenía una polera negra dos tallas más grande que la suya.

— Hola —dije algo tímido saludando con mi mano

— Hola Justin —sonrió su madre — Que bueno que hayas venido. Los dejaremos solos

— Mamá... —dijo Ariana en voz baja

Su madre volteó a mirarla y luego de eso todos abandonaron la habitación dejándonos a nosotros solos con un gran silencio.

Quise acercarme a ella pero luego retrocedí, no sabía si era lo correcto, o si ella se sentía cómoda con mi presencia.

— Está bien, puedes pasar —dijo finalmente

Aún indeciso caminé hasta quedarme a su lado. La observé atentamente. Podía estar hecha un desastre, aquello me partía el corazón, pero igual se veía hermosa.

— ¿C-cómo estás?

Rió cínicamente por un momento, luego escuché sollozos.

Muy bien Bieber. No podías preguntar algo mejor.

Ocultó su rostro entre sus manos intentando calmarse. Me subí a la gran cama de la habitación y la atraje hacia mi, abrazándola como antes.

Acaricié su cabello mientras ella se desahogaba en mi hombro. Estaba completamente destrozada.

— Es mi culpa —dijo apartándose de mi

Fruncí el ceño.

— ¿De qué estás hablando? Ariana no, no tienes la culpa de nada

Asintió con la cabeza repetidamente.

— Toda esa gente está muerta por mi —sollozó — Me odio, no sabes cuánto me odio

— ¡Basta!

Grité cuando comenzó a tirar almohadas por toda la habitación, haciendo que una de las lámparas se haga añicos.

— Mírame —dije — ¡Ariana mírame!

Ella volteó a mirarme.

— Escúchame bien ¿quieres? —sorbió su nariz — Tu no tienes la culpa de absolutamente nada. Eres totalmente inocente con respecto a los desórdenes mentales de los otros. Aquel ataque no lo provocaste tu —la señalé

Se acercó a mi con lágrimas en los ojos. La atraje a mi y la recosté en la cama.

— No me dejes, por favor —pidió

— No lo haré

— ¿Me lo juras?

— Te lo puedo jurar

Me arrimé más a ella, colocando mis manos alrededor de su cintura y ella apoyando su cabeza en mi pecho. Quedándonos profundamente dormidos.

— ¿Cómo está ella? —dijo mi madre

A la mañana siguiente tuve que levantarme a regañadientes para instalarme en el penthouse de al lado con mi madre, dejando a Ariana con su madre.

— Ella... —suspiré — Está destruída mamá. Solo basta que la veas

Tomé un sorbo de mi taza de café. Nos encontrábamos desayunando solo los dos.

— ¿Irás a verla ahora?

Asentí con mi cabeza. Recibí un apretón en mi mano derecha, proveniente de mi madre.

— ¿Sabes que cuentas conmigo, no es así?

— Lo sé madre, por eso te estimo mucho

Se levantó terminando su desayuno dándome un beso en la mejilla. Tocaron la puerta y ella se separó de mi para ir a abrirla.

— Me alegra que ya estés cambiado

— Scooter —dije abrazándolo

— Tenemos una conversación pendiente. Y lo sabes —dijo mirándome seriamente

— Si es sobre drogas, paso

— No es sobre ello —rodó los ojos — De todos modos, no es la primera vez que lo haces. Ven conmigo

— Adiós ma

Cerré la puerta y caminamos hacía el penthouse donde se encontraba Ariana.

— No deja de preguntar por ti. Y déjame decirte algo Justin —empezó — Espero que esta separación suya no haya sido porque comenzó su carrera de solista. Deja que la chica persiga sus sueños, tu estabas de acuerdo con ello

Entró y me dejó con las palabras en la boca.