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— ¿Estás mejor?

Le pregunté cuando salió de su habitación después de haber tenido una cita con un psicólogo.

— Algo

Tenía tantas ganas de resolver las cosas con ella. Pero estaba seguro que iba a fregarla, además que ella está en este cuadro.

— ¿Ya desayunaste?

— No tengo hambre

Tomó asiento en el sofá y palmeó para que me sentara junto a ella. Ya sentado a su lado apoyó su cabeza sobre mi pecho y sus pequeñas manos me rodearon.

— ¿Puedes responderme algo? —empezó

Asentí con mi cabeza.

— ¿Estás metido en drogas de nuevo?

Suspiré pesadamente. No me esperaba su pregunta y no pude evitar ponerme nervioso.

Ella al darse cuenta que no respondía volteó su mirada vi la decepción en sus ojos. Una de sus manos acarició mi rostro mientas yo lo tenía agachado.

— ¿Por qué lo haces? —dijo delicadamente — Llega un punto en el que pienso que fue por mi, por este distanciamiento

— Y-yo... —suspiré — No lo sé. Ariana tengo mucho miedo de perderte, ni yo mismo sé por qué actué ese día de esa manera contigo, si debía de haber estado feliz

— No vas a encontrar apoyo alguno en las drogas, créeme —hizo una pausa — Además, no vas a perderme, siempre estaré para ti ¿recuerdas? Esta relación para mi no ha llegado a su fin Justin —volteé a mirarla — Pero si tu crees que es lo correcto...

La interrumpí.

— ¿De qué hablas? No quiero terminar nada contigo. Lo único que quiero y espero es que me perdones

Se quedó mirándome por unos segundos y sin esperarlo ella estampó sus labios sobre los míos. Colocó sus manos en mis mejillas y yo las mías en su espalda baja, atrayéndola más a mi. Mordió mi labio inferior cuando se separó de mi.

— ¿Y eso?

Rió sin poder creer lo que hizo.

— Para que sepas cuánto te he echado de menos —dijo acariciando la parte baja de mi cabeza

Rodeé su pequeño cuerpo con mis brazos para darle un cálido abrazo, mi mano sobó su cabeza un par de veces. Di un gran suspiro quedando embobado con su aroma a vainilla. Mi cara estaba un poco mojada por las lágrimas que comencé a soltar en aquel momento.

— Justin —susurró

Sin poder evitarlo sollocé, ahora apoyando mi cabeza en su hombro. Tenía mucho miedo de perderla, tenía miedo de cagar nuestra relación. De seguro ella tiene los mismos miedos que yo tengo, y si revisamos mi historial un poco... lo menos que necesito ahora es otra relación dañina.

Pude escuchar sollozos también de su parte, ambos estábamos tan destruidos, pero llorando definitivamente no lograríamos absolutamente nada.

— Lo siento —dije limpiando sus lágrima — Es que... tengo miedo de perderte, ya lo dije antes, en serio te necesito más que nada

Me regaló una sonrisa ladeada y se acurrucó conmigo mientras ambos nos abrazábamos.

— Oigan... —susurraron — Despierten

Abrí mis ojos un poco atontado. Volteé mi rostro y vi a Alfredo de un lado; del otro se encontraban mi madre junto a la madre de Ariana, quién despertó a la par que yo.

— ¿Qué hora es?

— Son exactamente las 5 de la tarde

— ¿Durmieron bien? —preguntó Joan

— Si mamá, gracias —respondió ella

— Justin yo tengo que viajar por el trabajo en unas horas —dijo mi madre atrayendo la atención de los presentes — ¿Estarás bien cariño? Ya hablé con Scooter

— Si ma, tranquila. Te hablo cuando llegues

— Está bien cariño —besó mi mejilla — Cuídate, nos vemos. Mucho gusto en conocerte Joan, a ti también Ari. Aunque me apena que no haya sido el momento correcto

— No hay problema Pattie. Amé conocerte —dijo abrazándola — Espero verte pronto

Mi mamá salió de la habitación mientras hablaba con Alfredo y nos quedamos solos los tres; la mamá de Ariana, ella misma y yo. Su mamá me miraba sonriente y nadie emitía sonido alguno, le sonreí por un momento, luego me sentí nervioso y miré al piso sin saber qué hacer o qué decir.

Sin duda esto era incómodo.

My Dancer [Jariana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora