My Dancer [Jariana]

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***

Justin's POV

Mordí mi labio nervioso. Podía sentir las palmas de mis manos con sudor.

Ariana ya había salido de la clínica después de dos días. No tengo palabras para explicar lo que sucedió en ese momento crítico.

Ella se encontraba en casa, con su familia, alejada de todas las redes sociales y todas las personas de la industria. Solo pude despedirme cuando me encargué de dejarla allí, pero todo fue distante.

Tenía tantas ganas de llevar el duelo con ella, a su lado, ambos arropados en la gran cama de su habitación.

— ¿Justin? —dijo Scooter

— Hey 

Lo saludé. Vi como entraba a mi habitación y se sentaba en el colchón.

— ¿Cómo estás?

— Bien —dudé — o eso creo

— Te sientes mal por Ari ¿me equivoco?

Ladeé mi cabeza. 

— Es que es tan repentino todo... —digo — lo lamento tanto por ese muchacho, que por cierto, nunca lo conocí —hice una mueca — y por ella también porque sé cuánto lo amaba —suspiro — sé que en algún momento podré volverla a ver y cuando eso pase no dejaré que se vaya por nada del mundo

El sonrió. Se levantó y rodeo la cama para darme un fuerte abrazo, creo que eso era lo que más necesitaba en estos momentos.

Unos cuantos sollozos se escaparon de mis labios, al igual que unas lagrimas brotaron de mis ojos.

— Todo estará bien campeón. Tranquilo ¿de acuerdo?

— ¡Ey chicos! —gritó una voz familiar 

— ¡Shhh Fredo!

— Lo siento Scoot ¿arruiné el momento?

Aquella situación me hizo reír. Volví a abrazar a Scooter e invité a Alfredo para que se uniera a nosotros. Respiré profundamente... 

Sí que quería mucho a estos dos.

Terminé de secar mi cabello con la toalla y salí del baño con otra toalla aferrada a mi cadera. Saqué la primera ropa interior que encontré y busqué un par de pantalones de piyama junto con una camiseta. Arreglé un poco mi habitación, digo poco porque mañana vendrá alguien a ayudarme con la limpieza y no habría problema.

Entrando a la cocina miré a mi alrededor y no vi nada bueno para comer.

Hice una mueca.

— ¡¿Alfredo?! —grité para ver si estaba por ahí

— ¡Que me matas del susto hombre! —apareció detrás mío — ¿Qué pasa?

— ¿Ya cenaste?

— No aún no. ¿Pedimos pizza?

— Me leíste la mente —sonreí

El repartidor le entregó la pizza a Fredo, luego le entregué unos cuántos billetes y cerré la puerta. Comimos en la sala de cine viendo una película de espías, creo que era de eso, no estoy seguro. Tenía la mente en otro lado.

— Bro 

— ¿Eh? —respondí distraído

Suspiró mirándome.

— Nada, creo que ya me voy a dormir Bieber. Descansa 

Chocamos los puños y se encaminó a la puerta. La cerró despacio.

Apagué la pantalla.

Salí por aquella puerta y caminé por el pasillo para ir a mi habitación. Ni siquiera me preocupé en ver detrás mío o delante en el camino por el oscuro pasillo, solo era yo metido en mis pensamientos.

Cepillé mis dientes, salí del baño y luego me acosté en la cama vacía. 

No pude evitar que algunas lágrimas brotaran de mis ojos. Miré mi fondo de pantalla, donde estábamos ella y yo felices en el escenario, el corazón se me estaba haciendo pedazos. Parecía como si nuestra relación hubiera roto, pero no, solo era el espacio que le estaba dando para sanar.

— Espero que sigas amándome como siempre —susurré inconscientemente 

¿Que si pensaba que ella ya no me amaba después de esto? Claramente. 

No tenía dudas acerca ella, pero sí acerca de lo que su corazón realmente decía y sentía. Tengo miedo sobre lo que nos pueda pasar en un futuro.

Froté mis ojos con cuidado. Cogí una manta para ponérmela encima, con la cual también limpié mi rostro. Salí al balcón con mi guitarra en mano, me senté en un sillón que estaba justo en mi esquina favorita.

— I'm sinking faster and faster. Between heaven and disaster. Sorry if I made you feel like I'm standing on the borderline, oh

Canté y volví a sentir lágrimas mojando mis mejillas.

No calculaban las ganas que tenía de ir hasta ella, abrazarla, besarla, acompañarla... El chat entre nosotros estaba intacto, puesto que decidí no molestarla con mis mensajes, tampoco la he llamado, en verdad no quiero molestarla ahora.

Y siendo honestos, yo también necesito sanar mis heridas.