Capítulo 8

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Él tendría que haberse ido ya, le había prometido a sus padres que apenas los síntomas fueran lo suficiente leves, estaría en casa. Era medio día y su temperatura parecía normal, los síntomas ya no estaban. Pero Yuuri no se movió ni un poco de su lugar.

En la mañana, cuando finalmente estuvieron solos, Viktor se había abrazado a él tan asustado, susurrando algo sobre su madre y una llamada. El omega no había necesitado preguntar, podía entenderlo. Claro que de inmediato había explicado lo de Phichit, aunque incluso así, el alfa había seguido nervioso y por consecuente Yuuri también.

Viktor, después del episodio, vistió al omega con su ropa e hizo que se sentara en la cama; se arrodilló y abrazado a la cintura de Yuuri le contó lo doloroso que fue la semana que estuvieron separados. Prometió no volver a tomar decisiones apresuradas. El omega sintió que el corazón le dolía tan profundo con solo escuchar a Viktor pedir perdón, ellos eran tan jóvenes, aun haciéndose daño. El alfa no dejaría más a su omega, estaría todo lo posible. Ya acababa el último año de preparatoria y luego irían en la universidad. No podían prometerse estar todo el tiempo juntos; sin embargo, aún así hicieron aquella promesa, como si fuese posible cumplirlo.

Ahora Yuuri estaba sentado en el sillón y Viktor había logrado acomodar su cuerpo de manera que estuviera recostado en el sofá, con la cabeza sobre el regazo del omega. No estaba dormido, sin embargo.

Ambos no querían separarse, la marca no estaba. Eso era una verdad para nada discutible, pero el lazo parecía tan fuerte. Como si no hubieran tenido aquel problema. Como si solo necesitara de los dientes de Viktor en el cuello de Yuuri, un Yuuri aceptando la marca, claro está. Y luego, luego todo sería tan perfecto.

¿Perfecto? Se preguntó Yuuri, ¿Estarían seguros con la marca? Bastaría con el llamado de su naturaleza, con el lazo. Con ese "Destino" Si Yuuri de repente engordaba o se hacía feo ¿Viktor seguiría queriéndole? Tal vez ni siquiera eso sería el mayor problema, la familia de Viktor, su apellido.

—Estás preocupado —el alfa habló con voz gastada. 

La afirmación era tan clara que por un momento el omega creyó que Viktor podía escuchar sus pensamientos. —Solo un poco. Realmente no es nada.

Yuuri cerró los ojos cansado, la falta de sus lentes ahora era más clara. Viktor se levantó decaído y dijo. —Tengo que llevarte a tu casa.

—Este apartamento es demasiado grande ¿No te siente solo? —ese pensamiento había estado allí mucho tiempo y ahora que lo decía en voz alta, Yuuri se sintió con un peso menos encima.

Viktor tomó la mano del omega e hizo que se parara. —Mis padres ponen un deposito en mi tarjeta y lo pago mensualmente, quieren que este lo más lejos posible de los problemas que tienen por allá. Así que sí, es solitario.

—¿Dónde están tus padres?

Viktor no planteó mentirle a su omega, respondió con toda la sinceridad posible: — Están en otra ciudad. Se propusieron no involucrarme en el negocio familiar, hasta que lo decida por mí mismo o sea lo suficiente maduro. Y es todo lo que sé. Quieren que vaya a la universidad, que consiga un trabajo y tenga una hermosa familia —Yuuri estaba lo suficiente cerca para ver la gran sonrisa de Viktor. Él continuó—. Deberías viajar conmigo en vacaciones, a mi madre le encantaría conocerte.

—Sí, es decir, he hablado con ella por teléfono, pero sería genial conocerla en persona. Debe ser tan guapa como tú.

El alfa entrelazó sus manos y dejó un pequeño beso en los labios de Yuuri. Y mientras reía le dijo. —¿Estas coqueteándome?

El omega se sonrojó inevitablemente. —Solo era un cumplido.

—Me parezco más a mi padre, salvo por los ojos que son idénticos a los de mamá. No tengo fotos por aquí. Me habría encantado mostrarte. 

Yuuri pensó que eso era una pena. Se acurrucó al pecho de Viktor y respiró profundamente su aroma. No quería irse. Se soltaron minutos después y caminaron hacia el auto de Viktor, mientras él hablaba. — Creo que debería hablar con tus padres. No creo haber dado la mejor impresión la primera vez y sería muy desdichado si decidieran ya no dejarte salir conmigo.

—Eso no pasará —Yuuri captó toda la atención del alfa—. Les hablé de ti por teléfono y les expliqué muchas cosas. Estarán encantados de conocerte.

—¿Sí? —Viktor parecía muy emocionado. El omega se contagió de su ánimo y solo asintió eufóricamente—.Entonces debemos ir rápido. En serio quiero ver tus fotos de bebé —el omega perdió un poco de su entusiasmo y decidió que, apenas pisara su casa, correría esconder esos álbumes.

...

Ella los estaba observando detenidamente, estaba lo suficientemente lejos para que no notaron su presencia. Pero, pudo ver claramente que Yuuri no tenía ninguna marca. Eso hacía más fácil su pequeña venganza, ya no tendría que hacerle tener un accidente. Solo bastaba que ese estúpido omega fuera descuidado un segundo y su vida estaría jodida. Tendría que parir hijos que no quisiera y estar con un alfa cruel, mientras su verdadero alfa tendría que morder a alguien más para no morir.

Su primo que estaba sentado en el espacio del conductor sonrió, era una sonrisa torcida, casi rozando lo sádico. El pequeño omega era lindo, tenía ojos rasgados y tez clara. Quería hacerlo llorar. Sin duda sería un valioso espécimen de su colección.

Siguieron el auto. El plan había comenzado.

Continuará...

Sería muy triste que la dulce historia acabarás con Yuuri siendo mordido por otro alfa xd  Ah no se crean no soy ese tipo de escritor. 

Os amo el cuy intelectual. 

Only one callDonde viven las historias. Descúbrelo ahora