Only one call

Capítulo 14

Viktor trataba fuertemente de no soltar feromonas, observó detenidamente a aquel chico. La noche anterior llamó a su padre para que se encargara de la omega y su primo, pero había olvidado que en su camino también estaba este beta. No tenia idea de cuan peligroso fuera o si solo estaba siendo paranoico por los últimos sucesos. Sus instintos le decían fuertemente que atacara.

—Cualquier información que hayas obtenido, cualquier cosa que sepas, es un arma de doble filo. Si estas preparado para soportar las consecuencias, úsalo. No te detendré —el alfa le daba la oportunidad de pensarlo, de inferir lo que trataba de decirle. El trabajo de sus padres, tenía muchos señuelos que hacían a las personas confundirse sobre sus actos. Si un investigador inexperto buscaba encontrar tratos sucios, los hallaría fácilmente. Eran datos que no valían, que solo se encargaba de meter a la gente en problemas.

El beta parecía dispuesto a rebatir lo dicho por Viktor, tal vez incluso encararlo, ya estaba abriendo la boca y arrugando la frente. El alfa lo detuvo con una exclamación. —¡Silencio! —Yuuri bajaba las escaleras un instante después, soñoliento se ponía los lentes. Llegó hasta Viktor sin percatarse de la presencia de su amigo.

Viktor cubrió por completo la vista de su pareja, volteó hacia el omega y cuidadosamente lo sostuvo entre sus brazos, dejó salir feromonas para distraerlo. No lo hizo adrede, en realidad fue natural; tan natural que Yuuri se acomodó feliz y dichoso, sonriendo ante el gesto. Era un momento intimo y si no hubiera alguien detrás del alfa, ellos seguro se hubieran quedado mucho tiempo así.

—Yuu —el apodo sacó a la pareja de su ensoñación. El omega había reconocido inmediatamente la voz. En una circunstancia normal, Viktor dejaría que ellos hablaran a solas y se iría a la cocina para continuar con sus planes iniciales de la mañana. Esta vez no, la desconfianza se apoderó de él. Sabía que Yuuri estaba consciente de sus emociones y trató de controlarse por enésima vez en este día.

Tomó la mano del omega y se quedó a su lado, expectante. Notó el instante en que el beta cambió totalmente su actitud. Una sonrisa amable se vislumbró en aquel rostro hipócrita y durante los próximos diez minutos solo escuchó palabras amables y de preocupación de su parte, seguro que ambos amigos se hubieran abrazado, pero Yuuri realmente no quiso soltarse en ningún momento de Viktor y se despidió de su amigo con una sonrisa, asegurando su bienestar.

—Mi padre ha preguntado mucho por ti, si puedes, ven a verlo pronto —eso fue lo último que dijo el chico moreno, antes de salir por la puerta, y el alfa entendió su plan. Aquel beta estaba utilizando una carta como esa y usando una máscara para ocultar sus verdadera intenciones, nada limpio. Empezaba a enojarse nuevamente.

—Viktor, ¿qué pasa? ¿estás bien? —Yuuri tenía los ojos hinchados y la preocupación en su mirada le dolió. Era un ángel, que no merecía nada de lo que le pasaba. Incluso encontraba tiempo para preocuparse por él.

El alfa acarició su mejilla suavemente y se acercó para rozar sus narices. —No pasa nada, no necesitas preocuparte por absolutamente nada.

—¿Se van a besar o algo así? para que primero pase a la cocina y me evite el espectáculo en vivo —la hermana de Yuuri estaba sentada en las gradas y los observaba divertida. El omega trató de ocultarse en el pecho de Viktor.

—Mari, vete. Ahora— Yuuri advirtió desde su posición, abrazándose al alfa un poco más, ocultándose.

—Ah, entonces sí se van a besar —el alfa no pudo evitar reír por el comentario de la alfa, mientras notaba el sonrojo cubrir las mejillas de su omega. Era tan dulce y tranquilizante verlo actuar tímido, como si lo de ayer nunca hubiera ocurrido. Viktor respiraba en paz nuevamente, quería conservar cada pequeño recuerdo como este. Él ama cada pequeña parte dulce de su historia de amor.