Only one call

Capítulo 15

—Entonces ¿Cuántos años tienes?

—No necesitas saber esa información.

El chico rubio que hace unos minutos lo había salvado parecía no querer interactuar con él, pero Yuuri no podía detener su curiosidad. Ambos omegas habían cruzado hacía el restaurante del frente, ya que uno de ellos estaba muy interesado en encontrar un baño, es fácil imaginar quién.

Ahora estaban sentados con un pedido simple de comida que no fue tocado por ninguno de los dos. Yuuri sentía que aquel omega desconocido esperaba que alguien llegara, y por eso mismo su inseguridad crecía por minuto, quería esconderse en los brazos de su alfa y ser reconfortado. Luego de tantos sucesos, no sabe cómo aún puede mantener la calma y no echarse a llorar. Trató de concentrarse en otra cosa.

—¿Al menos puedes decirme el resultado? La curiosidad me está matando —planteando esa pregunta, Yuuri esperaba una respuesta como: "Entonces, muérete", en cambio, obtuvo un comentario un tanto agradable.

—Realmente no necesitaba la prueba, solo fue una forma de hacer la realidad más tangible. Tuve los suficientes indicios para saber que estaba en estado —el chico rubio se quedó callado solo unos segundos—. Y anticipándome a otras de tus insoportables preguntas, solo luzco joven, no soy un estudiante y estamos esperando a mi alfa, lo más seguro es que llegué con Viktor —asintió, agradecido por las respuestas. Paras los omegas, las náuseas debido a feromonas extrañas a la pareja de la persona embarazada solían ser casi siempre un indicador de lo inminente. Yuuri había soltado muchas feromonas hacía unos minutos.

En definitiva, un embarazo no era algo que el omega de ojos rasgados quisiera pasar a su edad; así que recuerda con agrado haber tomado, aunque cansado, la pastilla recomendada para después del celo. Solo era una pastilla fuerte, pues para los omegas masculinos la fecundación necesitaba de más tiempo que para las omegas. Solo una marca y no estar tomando supresores podía acelerar el proceso, lo cual era muy conveniente y una de las pocas cosas que le agradaban de ser omega. Por otro lado, era reconfortante saber que aquel chico no estuviera alarmado por su embarazo.

Yuuri se empezó a cuestionar, cómo el omega frente a él conocería a Viktor. Sus respuestas eran concisas y el sonaba en definitiva como un adulto, aunque no pegara realmente con su figura y ropa. Sí lo mirabas detenidamente puedes notar que el ya no era un adolescente, eso pensó Yuuri al final. El lugar donde se encontraban ya no tenía tantos clientes como al llegar, el silencio era bueno para meditar. — Tengo solo algunas preguntas más —mencionó y vio como el omega de serios ojos verdes se acomodaba los cabellos dorados y se concentraba.

—Mi alfa es quién se encarga normalmente de conversar con los clientes, por los mismo, necesito disculparme si es que te parezco renuente a dialogar, no es mi fuerte. Por esta vez trataré de responderte, dime cuál es tu pregunta.

—Mis preguntas eran: ¿Cómo me encontraste? y ¿Quién eres exactamente? aunque, ahora también quiero saber ¿Por qué me llamas tu cliente? —antes de que pudiera averiguar la respuesta a sus interrogantes, sintió a Viktor cerca, y pudo ver el momento exacto en el que su alfa entraba por la puerta. Su cuerpo reaccionó por él y con pasos trémulos se dirigió hacia el alfa, viendo directamente sus ojos azules, como si fuera atraído por un imán.

Cree haber visto pasar a alguien de cabello azabache por su costado, no estaba prestando real atención. Solo quería acurrucarse en los brazos de Viktor y no salir jamás. Se sentía cansado, no corporalmente, su mente era la que estaba demasiado agotada.

—Suelta un poco de feromonas para que se tranquilice —alguien mencionó desde algún lugar. Yuuri tenía los lentes algo empañados, pero no estaba sordo. Viktor lo arrastró de alguna manera hacia la mesa donde antes se encontraba sentado, mientras susurraba palabras dulces en sus oídos. Se sentía como volver a respirar luego de estar mucho tiempo bajo el agua, eran destinados, podía jurarlo.