Capítulo 13

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Otabek se encontraba sentado en el escritorio de la sala, notó que el sol ya se escondía, el atardecer debería ser bello, solo que él estaba concentrado en teclear en la computadora el informe de la semana y los últimos acontecimientos de la tarde. Oyó la puerta abrirse, un Yuri de aspecto cansado entró por ella, tenía el pelo rubio atado en una coleta, algunos mechones se soltaban revoltosos por su bello rostro, no pudo evitar sonreír. Ahora estaba más tranquilo.

— Compré la cena —el omega dejó las llaves colgadas y luego quitó su corbata. Continuó hablando desde la cocina —. Termina de una vez el reporte. Iré a cambiarme y tomaré una ducha también.

Aún era difícil ver al omega en uniforme, no se había cambiado casi en todo el día, se veía demasiado joven considerando su edad real. Bien, tenía que aceptarlo, era un requerimiento para el trabajo; sin embargo, todavía odiaba todas las horas que su pareja se la pasaba metido estudiando; en realidad disimulando estudiar, al fin y al cabo, Yuri había terminado la preparatoria hace 3 años.

Ambos habían entrado al trabajo de guardaespaldas de diferentes maneras, Otabek llevaba este como un segundo empleo y cuando el omega recién llegó, tuvieron una atracción absoluta e instantánea, tan solo por eso habían aceptado esta asignación, para poder pasar tiempo a solas luego de emparejarse. La mordida hacia que Yuri pidiera mucha atención por parte de su alfa y creyeron que sería calmado vigilar a un estudiante. No contaron con los últimos sucesos, sin embargo. Pues ahora tenía que cuidar a una pareja y como a tres locos que tenía un problema con su relación. No era tedioso, pero no tenían idea si debían realizar una pequeña amenaza o atacar el problema de raíz.

Otabek borró el último párrafo, este informe estaba resultando más que largo y tedioso, fue un suceso no previsto y que los hizo correr. Si bien no tuvieron que intervenir, ya que Viktor llegó antes, se estaba volviendo difícil proteger a aquel omega. No tenía marca y no era como si pudieran apurar el enlace, simplemente no podía llegar y obligarlos a emparejarse.

Decidió que agregaría una nota que avisará a la madre de Viktor sobre la importancia de convencer a su hijo para que marcara a su omega, a pesar de ser algo jóvenes. También tendrían que explicar sus sospechas sobre el curioso personaje que rondaba la casa del omega. Aquel beta podía ser su amigo, pero el hecho de estar buscando con tanta insistencia información sobre la familia Nikiforov era simplemente extraño.

El alfa echó la cabeza hacia atrás, al parecer le faltaba redactar demasiado y no tenía idea por dónde empezar. Tardo veinte minutos en señalar explícitamente que la situación había sido tratada con cautela y que tenían conocimiento de las acciones posteriores de la omega y su primo. Finalmente podía dejar algunas observaciones. Sobre todo, quería una idea de qué medidas tomar con aquellos dos individuos, ya que había sido un ataque directo.

Su omega pasó por su costado, estaba secándose su cabello con una toalla verde y su fragancia se esparcía por el departamento. Hizo que el alfa perdiera el hilo de sus pensamientos. Estupendo, ahora tenía hambre y a la vez estaba un poco excitado. Trató de volver a concentrarse y cerró los ojos un instante, que maravilloso momento para que sus instintos básicos se hicieran presentes.

Otabek pudo volver a centrar su atención y escribió las notas finales, guardó el documento. Ahora tenía que enviarlo mediante un correo. Levantó los brazos hacia el techo para estirar los músculos y mientras lo hacía se dio cuenta que no se escuchaba ningún sonido. Era sospechoso, teniendo en cuenta que por lo general su omega era ruidoso. Iba a levantarse, pero unas delgadas manos lo tomaron por sorpresa, se encaminaban por sus piernas de manera persuasiva. Yuri se encontraba arrodillado debajo del escritorio, el alfa sintió un escalofrió recorrerle todo el cuerpo y supo que iba ser difícil enviar el correo.

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