Capítulo 16

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Con ayuda de Otabek y su omega, ambos llegaron a casa de Yuuri. Era entrada la tarde y sus padres no habían vuelto de sus respectivos trabajos; además, la hermana de Yuuri estaba en la Universidad y no llegaría pronto. 

El omega iba a aprovechar esto para preguntarle a Viktor sobre lo que Phichit le había dicho, ya que no había tenido oportunidad en el restaurant. Yuuri siente que hubiese sido indebido ponerse a interrogar a Viktor ahí, además el alfa había prometido contarle todo. Si le iba a hacer preguntas no era porque dudara de su alfa, claro que no, sino porque sentía que era lo correcto.

Conversar al respecto le quitaría cualquier idea que rondara por su mente, cualquier tipo de pensamiento vago que con el tiempo se volviera hiedra venenosa en su corazón.

Se decide a mirar a Viktor, para tal vez en su mirada descubrir qué hacer o cómo empezar, pero lo nota cabizbajo y silencioso. El alfa se desliza callado a la cocina y menciona algo sobre hacer té. 

Yuuri se sienta en el sillón mullido de la sala de su casa y suspira, el ambiente dulce del restaurant de alguna manera parece lejano, mueve la cabeza con fuerza para alejar malos pensamientos, solo logra que una leve migraña se haga presente.

Yuuri se mentiría a sí mismo si dijera que no tenía miedo, no quería comenzar a preguntar y que resultara que realmente estaba en una relación con alguien que no conocía o con alguien cuya familia era lo suficientemente peligrosa como para que Phichit se comportara de esa manera. Aunque, no cree que sea posible justificar las acciones de su "amigo", el beta había actuado de una manera tan irrazonable que aún siente un sudor frío recorrerle la espalda al recordar sus ojos oscuros y vacíos, que según recuerda, no tenían para nada el toque burlón que caracterizaba al beta.

El omega respira profundamente, un montón de problemas se habían dado de manera continua en su vida, haciéndole llorar, tener terror y sacar valor de alguna parte de su ser. Sonríe, porque siente que de alguna manera ha crecido o al menos ha aprendido. 

Se levanta con una nueva energía recorriendo su cuerpo, de repente de siente entusiasmado. Yuuri ama demasiado a Viktor, no cree que aceptaría cualquier idea descabellada que el alfa le propusiese, pero sabe que él jamás lo obligaría a mentir, decir o hacer cosas peligrosas. El amor de Viktor lo siente como pequeños rayos cálidos de sol que le calientan el alma, es una sensación dulce y confiable.

Yuuri reconoce haberse vuelto estúpidamente cursi.

Todo el tiempo al lado del alfa ha hecho a su corazón y mente divagar sobre cosas sin sentido que quizás suenan demasiado a poesía. Suena extraño si lo piensa detenidamente, pero al final sigue siendo inevitable, porque no puede hacer que su corazón no se agite al lado del alfa o que su cuerpo no desee la cercanía de los brazos de Viktor.

Es solo que Yuuri se siente adormecido y risueño todo el tiempo cuando piensa en él, no cree que alguna vez vaya a dejar de sentirse de esa forma. Desde el comienzo y hasta ahora, el alfa produce que por todo su cuerpo se extienda un cosquilleo leve y dulce que le inunda el corazón y lo deja sonriendo por un largo tiempo. Cierra los ojos, necesita tranquilizarse y concentrarse en el tema por el que está preocupado.

Yuuri se sobresalta cuando siente a Viktor llegar con dos tazas humeantes, el alfa tiene un mandil de conejitos puesto y el omega trata de no hacer una pregunta al respecto, respira profundamente para no reír porque, aunque Viktor se vea demasiado tierno, resulta un tanto gracioso verlo con el mandil de su madre. Frunce los labios y se acomoda hacía el lado derecho del sofá.

El alfa deja las tazas sobre la mesita de la sala y termina sentándose a su lado, no parece que vaya a quitarse aquel mandil y el omega sabe que estará desconcentrado gracias a esa imagen.

Viktor toma una de las manos de Yuuri y la sostiene entre las palmas de sus propias manos como queriendo sujetarse a él, evitar que se aparte. Comienza a hablar con un tono serio y aunque Yuuri solo quiere acurrucarse entre sus brazos sabe que están a punto de tener una muy seria conversación.

—Te aseguro que estar conmigo no es para nada un peligro, mi familia no es un peligro, todo lo que se dice sobre ella es solo una maqueta hueca que se ha construido alrededor de nuestro apellido, más por el hecho de tratarse de una misión importante. Realmente importante, de la que incluso yo, siendo su hijo, no tengo muchos detalles —Viktor parecía debatir en su mente sobre cómo continuar, pero la determinación que su mirada expresaba hacía que Yuuri siguiera atento. 

El alfa continua — En resumidas cuentas, se podría decir que están haciendo un trabajo de infiltración, han tratado de hacerlo lo más real posible porque el problema es realmente grave, ellos quieren exponer por completo una red de trata de omegas. No es solo una red, es la más grande que existe en el país.

El omega piensa que debería sentirse preocupado, y sí lo está, pero no sobre él mismo, sino sobre cómo ha llevado esto Viktor. Quiere saber si alguna vez sintió miedo por si sus padres fueran descubiertos, sobre ya no volver a verlos, o si se ha sentido ansiedad por su propia seguridad, Yuuri quiere saber cuánto tiempo ha estado su alfa, totalmente solo, en aquel apartamento.

—Sé que puede sonar poco creíble y qué tengas más dudas, yo solo...

Las manos del alfa perdieron fuerza y se deslizaron, dejando la mano de Yuuri libre. El omega no tardó en reaccionar, no quería ver los ojos de Viktor apagarse, tomó su rostro y se acercó para chocar sus frentes.

—Viktor, no quiero que me cuentes nada más sobre tus padres, no necesito saber más, todo está claro. No dudo de ti o de tus palabras, si me ves angustiado es porque pienso en toda la carga que significó para ti y me duele.

El alfa respira profundamente y le contesta a su omega con más tranquilidad—Siempre he sido independiente, no niego que el primer año me sentí extraño y solitario; sin embargo, no puedo decir que todo ha sido malo, porque logré conocerte, fue por está situación en la que estaban metidos mis padres la principal razón por la que me mudé y pude encontrarte.

El omega siente que está viviendo en algún tipo de película de acción y romance.

—Estoy seguro que hubieses podido encontrarme o a lo mejor yo te hubiera buscado y al final estaríamos juntos, justo como ahora.

Viktor se ríe, ama tan profundamente a Yuuri que no le cabe en el pecho, en cualquier momento su corazón se escapará de su cuerpo y se quedará al lado de su omega por el resto de su vida. El alfa quiere seguir en la misma posición, pero no es posible, hay una cosa que aún no le ha dicho a Yuuri. Se aparta cuidadosamente y luciendo nervioso se decide a terminar su discurso.

—Aún tenemos un problema, bueno no es un problema en sí, Otabek conversó conmigo sobre algo importante, algo que podría reducir riesgos en nuestra relación a largo plazo, es decir, uhmmmm...

—Tranquilo, Viktor. Solo cuéntame.

—Otabek considera que lo mejor es que nos enlacemos lo más pronto posible, sobre todo para evitar situaciones como las que venimos experimentando. Le dije que hablaría contigo, porque no es como si simplemente te muerda sin tu consentimiento. Sé que somos demasiado jóvenes, que será un cambio brusco, que no va a ser fácil....

Yuuri no pudo contenerse más y se echo a reír, frente a él estaba el alfa de su vida, con una cara demasiado seria y que contrastaba tremendamente con el mandil de conejitos que llevaba puesto, hablando sobre vincularse. 

Continuará...

Holiiiiiiiiiii, ahhhhhhh sé que el capítulo es demasiado corto pero me he estado sintiendo profundamente mal por no actualizar :c he tenido día difíciles, continuar mis estudios en ingles, ayudar a mi hermana, enfermarme con algo que me dejo en cama casi por dos semanas (no sé si fue el virus, pero weno).... Espero que todos estén bien y que no hayan olvidado mi historia ;-; borraré este mensaje cuando edite el capítulo, así que solo me resta decir que sigo VIVOOO c: 

All te love, S. 

Only one callDonde viven las historias. Descúbrelo ahora