𝐔𝐧𝐚 𝐲 𝐦𝐢𝐥 𝐯𝐢𝐝𝐚𝐬.

Los suegros.

Levi estaba nervioso, los padres de su castaño lo querían conocer.

Eren le habia dado la noticia unos días atrás mientras compartían un pedazo de pastel en la cafetería.

"Les hable de ti a mis padres y te quieren conocer" — Le dijo el castaño— " Mamá propuso una cena, así que el viernes iremos a casa de mis padres, de verdad quiero que te conozcan y sepan por que te amo tanto, tanto."

Así que ahora  luchaba con el nudo de la corbata, tal vez si tenía suerte apretaba de más el nudo y se moría.

Desafortunadamente el timbre sono anunciando que debía ir y abrir la puerta.

Al abrirla pudo ver lo más hermoso ante sus ojos, Eren estaba frente a la luchando por arreglar un rebelde mechón de cabello.

Levi: Hola bonito.

Eren: Hola guapo, te ves muy bien.

Levi: ¿Seguro?

Eren: Si, formal pero seguro.

Levi: Bueno vamos.

Eren: Levi, mis padres pueden ser algo.

Levi: ¿Algo que?

Eren: Ya lo veras.

Levi y Eren se dirigieron a la casa de los padres de el castaño, al llegar Eren se encargo de tocar el timbre.

Eren: Tranquilo.

Levi: Estoy tranquilo.

Eren: No se nota.

Levi: Calla.

La puerta fue abierta, una mujer idenrica al castaño fue la encargada de abrir.

Eren: ¡Mami!

- Hola hijo.

Eren: Mami el es Levi.

El castaño lo obligó a dar un paso adelante, Levi gruño bajito al estar frente a la madre de su chico.

- Hola Levi, soy Carla la mamá de Eren.

Levi: Un gusto.

Carla: Pero pasa muchacho.

Carla: ¡Grisha!

Carla: Espero te guste la cena, ¡Grisha!

Grisha: ¿Que pasa mujer?

Carla: ¡Los muchachos llegaron!

Grisha: Ya voy.

Levi miro a Eren suponia que el padre de el castaño sería el típico padre con mala cara que deseaba golpear al individuo que pretendiera a su ser más amado, el castaño se aguantaba la risa, suponía era por la expresión que tenia en la cara.

Grisha: Hijo.

Eren: ¡Papi!, el es Levi.

Grisha: Muchacho.

Y no se había equivocado, el hombre lo veía con molestia.

Levi: Señor.

Un gruñido fue lo que el padre de el castaño solto al estrechar su mano, Carla nego divertida, interrumpió el momento al ver la incomodidad del azabache.

Carla: Vamos a la mesa, deben tener hambre.

Una vez todos se encontraron sentados en la mesa, Grisha fue el que se encargo de entablar una conversación con el azabache.

Grisha: Levi.

Levi: ¿Si?

Grisha: ¿A que te dedicas?

Levi: Soy escritor señor.

Grisha: Escritor, interesante, interesante.

Eren: Papá.

Grisha: ¿Que intenciones tienes con mi hijo?

Levi: Buenas intenciones.

Grisha: Quiero que llegue castó y puro al altar.

Eren: ¡Papá!

Levi: Señor yo no, seria incapaz de tocarlo.

Grisha: Más te vale, quiero evitar el tener que castrarte.

Eren: ¡Mamá!

Carla: Grisha, asustas a Levi, si sigues así Eren se quedara soltero.

Grisha: Es verdad.

Levi: Les aseguro que mis intenciones son serias, jamás lastimaria a Eren, es muy especial para mi.

Grisha: Ya veo, bien muchacho bienvenido a la familia.

La cena siguió con una plática menos tensa y unas cuantas historias sobre Eren y si niñez, Levi sonreía al ver al castaño avergonzarse con cada historia.