Eren estaba feliz, el médico lo había dado de alta, por fin podría estar en su casa.
Eren: Nos vamos a casa niños.
Su madre no tardó en aparecer junto a Zeke, quien se encargó de llevar a Eren hasta el auto con ayuda de una silla de ruedas.
Zeke: ¿Listo?
Eren: Si.
Carla: Tengan cuidado.
Zeke levantó al castaño de la silla de ruedas, con cuidado lo dejo en uno de los asientos traseros.
Zeke: Cinturón.
Eren: Ya se mono tonto.
Zeke: Ya te extrañaba.
Eren: Eres un mal hermano, casi no viniste a verme.
Zeke: Lo siento, el trabajo me quito mucho tiempo.
Eren: Ya, ya monito, vamos a casa.
No tardaron nada en llegar a su casa, Zeke se encargó de ayudarlo a entrar, cuando estuvieron adentro Eren suspiro al sentir el olor de la comida de su madre que tanto extrañaba.
Zeke: Te llevaré a la sala, debes estar aburrido de sólo estar en una cama.
Eren: Por favor, por cierto, ¿tienes mi celular?
Zeke: Lo dejé en el auto, iré por el.
Eren se acomodó en el sofá, encendió la televisión sin prestar mucha atención a lo que veía, cunado Zeke le dio su celular no perdió tiempo en buscar cierto número entre sus contactos, cuando encontró el número que buscaba no dudo en mandar un mensaje, la duda de si Levi seguía teniendo el mismo número llegó, pero ya había mandado el mensaje.
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Suspiro al ver lo último que había escrito el azabache, un ligero sonrojo se apoderó de el y ni siquiera sabía por qué.
Con ayuda de su madre se dio un baño rápido, se vistió con la ropa más suelta que encontró en su armario y espero por Levi.
Agradecía haberse quedado sólo, así evitaría ciertas preguntas que aún no era tiempo de responder.
Cuando el timbre sonó se levantó con cuidado hasta llegar a la puerta.
Al abrir se encontró con Levi, el cual no dudo en sonreir al verlo.
Levi: Hola.
Eren: Hola.
Levi: Te traje tarta de manzana.
Eren: Gracias, pero pasa.
Eren se hizo a un lado para dejar pasar al azabache, Levi entró esperando a que Eren cerrase la puerta.
Levi: ¿Estás mejor?
Eren: Aún no puedo estar mucho de pie o caminar mucho.
Levi: Ya veo, entonces ven.
En un rápido movimiento Eren tenía la tarta en sus manos mientras era llevado por Levi a la sala, su corazón se agitó de sólo pensar en que Levi descubriera su embarazo.
En verdad deseaba decirle,contarle que serían padres, el problema era si Levi le creería y de ser así ¿qué pasaría?
Levi: ¿Estás bien?
Eren: Si.
Levi: Si me dices donde están los platos, traeré uno para que puedas comer.
Eren: En la repisa superior izquierda.
Levi: Ya vuelvo.
Levi no tardó en regresar, corto y sirvio una rebanada de tarta que Eren recibió con gusto.
Eren: Esta deliciosa.
Levi: Me alegra que te gustará.
Eren: Gracias.
Eren estaba por llevar un nuevo pedazo de tarta cuando sintió a Levi quitar el plato de sus manos, no supo en que momento el azabache lo abrazo, sólo se supo entre sus brazos.
