𝐔𝐧𝐚 𝐲 𝐦𝐢𝐥 𝐯𝐢𝐝𝐚𝐬.

A la luz de la luna.

Eren sonreía con aquel lindo sonrojo que le encantaba, llegaron a tropezones a la habitación que hacía semana había reservado para ese día.

Se apresuró en tomar al castaño de la cintura para unir sus labios en un beso lento, Eren correspondió mordiendo los finos labios de el azabache.

Las manos de ambos se colaron por sus ropas deiletandose con las sensaciones ofrecidas.

Eren suspiro, retiró con nervios la camisa de su pareja, mordió su labio cuando sintió los labios de el azabache sobre su cuello.

Levi: Iremos lento ¿Si?

Eren: S-si.

Levi le sonrió con cariño al castaño, con cuidado comenzó a quitar la camisa que cubría el cuerpo de Eren, detallo con cuidado a su pareja, no entendía por qué Eren se sentía acomplejado.

Levi: Eres tan lindo.

Eren: Y tú muy buen mentiroso.

Levi: No miento, los gemelos dejaron cosas buenas.

Eren  se sonrojo cuando sintió las manos de Levi acariciar sus caderas y trasero, jadeo cuando sintió la boca de el azabache sobre su piel.

Con agilidad el azabache lo tomó en brazos para llevarlo a la cama, retiró el resto de la ropa que aún los cubría para posicionarse sobre el castaño.

Los besos, caricias y palabras dulces no se hicieron esperar, a la luz de la luna dejaron todo su amor fluir.