No voy a llorar.

314 52 14
                                    

"El tiempo se pasa y deja más que cicatrices, deja días blancos y otros tantos que son grises, están los días buenos y los otros donde finges.
Dime cuantos ayeres, dime cuantos te quise."

Eren sonreía mientras se veía en el espejo de cuerpo completo que tenia en su habitación, la pequeña curvatura de su abdomen ahora era más notoria.

Habia cumplido tres meses, y todo marchaba bien, o eso hacía pensar a las personas.

Había abandonado la carrera, a sus amigos, aquel departamento donde paso días y noches junto al padre de sus hijos, habia abandonado la esperanza de volverlo a ver y que supiera de sus hijos.

De ese pequeño milagro de la vida que crecía día a día.

Se preparo para ir a la cafetería, el unico lugar que jamas abandonaría, habían recuerdos ahí que se negaba a dejar ir.

La señora Alice le habia permitido trabajar jornadas cortas por el mismo sueldo, ella sabia lo que pasaba con el castaño y de la pronta llegada de sus hijos, en sus cortas pláticas ella aseguraba que el azabache y el se volverían a encontrar.

Eren: Eso es imposible, el me odia.

Alice: Todo es posible cuando el amor a vivido más de una vez.

Eren: Bien me voy, ire a comprar ropa para mi y los bebés.

Alice: Come bien, duerme bien, y cuidalos.

Eren: Eso hago.

El castaño caminaba mirando tiendas, al pasar junto a una librería su corazón dolió, el ultimo libro de Levi era exhibido.

Se fue de ahí con lágrimas en los ojos, se obligo a no llorar, ya no más.

Eren: Debo ser fuerte, solo seremos nosotros tres toda la vida, jamás llorare de nuevo y mucho menos por alguien que ya no me ama.

Siguió su camino, encontro una tienda pequeña donde compro un par de prendas idénticas, regreso a su casa siendo recibido por su hermano y un enorme tazon de gajos de naranja.

𝐔𝐧𝐚 𝐲 𝐦𝐢𝐥 𝐯𝐢𝐝𝐚𝐬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora