Capítulo 32

91 45 0
                                    

Mi madre comenzó a sudar e intentaba ignorarme mirando por la ventana, pero sabiendo que tarde o temprano lo iba a ver, no quiso retrasar más la espera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi madre comenzó a sudar e intentaba ignorarme mirando por la ventana, pero sabiendo que tarde o temprano lo iba a ver, no quiso retrasar más la espera.

—Está bien, ven conmigo— dijo cambiando su rostro de alegría por mi a uno que mostraba preocupación ¿Tal vez por lo que vería? Sin duda tenía miedo y esperaba que Dylan estuviese bien. Estuve siguiendo a mi madre por el pasillo del hospital con un paso lo más rápido que podía, pero por desgracia mis heridas y contusiones convirtieron ese paso en lento, y provocó que mi madre tuviera que ir ayudándome a andar.

Tras haber terminado por fin de atravesar el pasillo, doblamos la esquina hacia la derecha en uno de los pasillos que daba salida a varios pasillos, hasta llegar por fin a la habitación 144, la habitación en la cuál se encontraba Dylan.

Muy asustado y angustiado, agarré la mano de mi madre, estaba fría y húmeda, cogí fuerzas y giré el pomo, miré a mi madre y empuje la puerta para revelar el otro lado. No veía nada, solo se veía el pasillo en el que se encontraba el baño en una puerta lateral a uno de los lados del pasillo, pero no se veía la camilla en la cuál se encontraba Dylan.

Preocupado seguí caminando hasta ver a la madre de Dylan sentada en un sillón, se levantó y vino hacia mí corriendo.

—Matt ¡Oh dios mío, que alivio que estés bien!— exclamaba mientras me abrazaba y sostenía su mano en mi cabeza como muestra de cariño.

—Gracias por preocuparse, pero estoy bien, dentro de lo que cabe... Estoy bien— dije sarcásticamente y algo serio.

En ese instante, volví a centrar mis pensamientos en Dylan e intentando elevar un poco la vista no conseguía ver nada, así que me dirigí a la señora Stewart.

—¿Cómo está Dylan?— le pregunté a la madre se Dylan mientras mi corazón, por culpa de los nervios, comenzaba a latir velozmente.

Nada más realizar la pregunta, la sonrisa que tenía la señora Stewart por mi salida de la cama, se borró en décimas de segundo. Con tantos cambios de expresión en cuanto preguntaba por Dylan solo podía ponerme más nervioso.

Seguí avanzando yo mismo y le encontré tumbado en la camilla con muchas heridas y moratones, muchísimos cables con anestesia y más cosas se introducían por su cuerpo, y tenía una mascarilla que le proporcionaba oxígeno y una destacada herida, similar a una mancha en el lateral de uno de sus brazos. Nada más verle en tal estado, rompí a llorar y me arrodille ante Dylan, le cogí la mano y lo miré como pude lleno de lágrimas de dolor y tristeza.

—¡Dylan! ¡No, dios mio! ¿Que le ha pasado? ¿Porque no se despierta?— preguntaba histericamente y entristecido de una manera exagerada.

—Matt —dijo la señora Stewart —Dylan, fue el que más daños sufrió en el accidente, los médicos están haciéndole todo tipo de pruebas, pero creen que pueda estar en coma durante algún tiempo más del que debería— dijo cabizbaja.

—Oh no... ¿Y no podemos hacer nada al respecto?— pregunté dispuesto a hacer lo que sea por él, aunque tuviera que dar la vuelta al mundo.

—De momento... Solo esperar— respondió la madre de Dylan.

Mi madre me dejó quedarme en el hospital a dormir con Dylan y con la señora Stewart, estaba muy preocupado por él y necesitaba verle despierto cuanto antes, necesitaba oír su preciosa voz, necesitaba ver sus hermosos ojos color café contentos por verme, y ver su sonrisa de nuevo.

Aproximadamente unas 2 horas después, entró en la habitación un doctor con la libreta de resultados. Yo estaba cogiendo de la mano a Dylan esperando positivamente buenos resultados y que todo pudiera ir mejorando a partir de ahora, pero me equivoqué.

—Saludos señora Stewart— dijo aquel doctor, y después se percató de que estaba en la sala y me dijo— ah hola, tú serás amigo de Dylan ¿no?

—En realidad... Su novio— dije en un tono burlesco pero profundamente preocupado

—Entiendo, no te preocupes por Dylan, está en buenas manos ¿vale?— dijo el doctor tratando de tranquilizarme por todos los medios posibles.

—Vale— contesté aliviado esperando tras esa respuesta buenos resultados.

—¿Puedo hablar con usted en privado señora Stewart?— dijo el doctor mientras ladeaba su mano hacia la puerta, como una señal de salir fuera a hablar.

—Sí claro, por supuesto— respondió la madre de Dylan mientras se alejaba y me miraba algo alterada.

La señora Stewart y el doctor se salieron fuera de la habitación y fue en ese justo momento en el que me di cuenta de que algo malo pasaba y deduje que el doctor, al ver que era un niño, no quiso comentarlo delante de mí para que no me preocupase o pudiera ponerme peor de lo que estaba psicológicamente.

Así que pegué el oído a la puerta y comencé a escuchar la conversación que mantenían en el pasillo...

*FIN DEL CAPÍTULO*

~~ 🄽🄾🅃🄰 🄳🄴🄻 🄰🅄🅃🄾🅁 ~~

Hasta aquí el capítulo de hoy ¿Qué pasará a continuación? Lo averiguaremos en el siguiente capítulo. Espero que os este gustando la historia. Si te gusta o no este capitulo o la historia por favor vota o comentarlo, esos mensajes me sirven para saber en que mejorar o no. Hasta la próxima lectores, gracias por apoyar y hacer la historia posible y gracias por seguirme y darme una oportunidad, un saludo.

🆁🅴🅳🅴🆂 🆂🅾🅲🅸🅰🅻🅴🆂

○● Wattpad: iitsfdezz ●○

○● Instagram: @iitsfdezz ●○

○● Twitter: @iitsfdezz ●○

○● Youtube: @iitsfdezz / Alexis ●○ Fernández

GRACIAS A TODOS

Every Night ✔ (#novela juvenil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora