Dylan Stewart, un joven de 15 años, se enfrenta a su primer año en un instituto nuevo. Acostumbrado a una vida controlada y estable, su mundo cambia cuando conoce a Luke Flynn, el otro chico nuevo del instituto, con una cara bonita y una personalida...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La ventana estaba abierta y hacía frío, así que la cerré, eran las siete de la mañana, me volví a tumbar con Dylan y volví a notar brisa, pero no entendía como, acababa de cerrar la ventana.
Pensé que sería algún hueco o grieta en la ventana que dejaría que el aire entrase, o quizás el molesto aire acondicionado que solo se encendía cuando quería. Pero, al volver a tumbarme, me dí cuenta de que la brisa que notaba no era de la ventana, sino de Dylan, era su aliento el que me despertó, estaba respirando. Sorprendido, desperté a la madre de Dylan.
-Despierte, creo que Dylan se está despertando del coma, me ha parecido oírle respirar- grité emocionado por ello.
La señora Stewart se despertó a toda velocidad y le cogió de la mano.
-Vamos hijo, despierta, vuelve con mamá, te necesito, por favor- dijo suplicándole despertar.
-Por favor Dylan vuelve, yo también te necesito, te quiero, y jamás encontraré a nadie igual que tú, que me haga reír, que me haga feliz y que me haga sentir que no necesito a nadie más en el mundo, excepto a ti- dije con más esperanzas que nunca.
La brisa de Dylan se detuvo, y sus ojos comenzaron a abrirse lentamente, hasta que finalmente los abrió, y pausadamente, casi sin respiración me miró.
-¿Ma... Matt?- dijo entrecortado por su costosa respiración y a su reciente despertar.
Cuando oí su voz, después de mucho tiempo, esa voz que me encantaba, entre lágrimas agarré fuerte su mano.
-Sí Dylan, estoy aquí, estoy contigo- dije como pude entre llantos y lágrimas de alegría y felicidad.
Dylan ladeó la cabeza hacia su madre- Ma... Mamá- dijo Dylan de nuevo entrecortado por tos y problemas respiratorios.
-Hola cariño, estoy aquí, no te preocupes todo se ha acabado, estamos aquí, te vas a poner bien- contestó su madre entre lágrimas de inmensa felicidad.
Le abracé y cogí de la mano, estuve toda la noche con él, pero esta vez no esperaba a que nada pasase, ni estaba triste, esta vez me encontraba feliz, porque Dylan volvió. Estuve hablando con él hasta la madrugada, ninguno de los dos conseguía pegar ojo. Le conté lo que nos pasó, principalmente a él, y también le conté lo mucho que le echaba de menos.
Llegó la madrugada y Dylan tenía cara de sueño así que le dejé dormir y me dirigí a desayunar a la cafetería, dónde estaba la madre de Dylan. La abracé fuerte, al fin había vuelto, y cuando nos dejamos de abrazar nos miramos felices.
-Gracias por haber estado con él, eres un buen chico, Dylan tiene mucha suerte de tenerte- dijo mientras sonreía y acariciaba mi pelo.
-Yo también- contesté bastante despreocupado.
Al día siguiente, le dieron el alta a Dylan y con un poco de dificultad para andar, se levantó y comenzó a andar. Pero contento por él comencé a llorar, Dylan me vio, se acercó a mí, y nos abrazamos llorando. Después de tanta espera conseguí recuperar a Dylan, sin duda la espera había sido larga y dolorosa, pero mereció la pena...
*FIN DEL CAPÍTULO*
~~ 🄽🄾🅃🄰 🄳🄴🄻 🄰🅄🅃🄾🅁 ~~
Hasta aquí el capítulo de hoy ¿Qué pasará a continuación? Lo averiguaremos en el siguiente capítulo. Espero que os este gustando la historia. Si te gusta o no este capitulo o la historia por favor vota o comentarlo, esos mensajes me sirven para saber en que mejorar o no. Hasta la próxima lectores, gracias por apoyar y hacer la historia posible y gracias por seguirme y darme una oportunidad, un saludo.
