Dylan Stewart, un joven de 15 años, se enfrenta a su primer año en un instituto nuevo. Acostumbrado a una vida controlada y estable, su mundo cambia cuando conoce a Luke Flynn, el otro chico nuevo del instituto, con una cara bonita y una personalida...
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Se aproximó a mí con intención de besarme, pero en ese instante empuje potentemente el trineo con mis piernas y en el mismo momento en el que estábamos a punto de deslizarnos le miré a los ojos.
—Sí quieres besarme tendrás que esperar a que lleguemos vivos al suelo— dije riéndome mientras Matt asustado me agarraba la cintura para no caerme.
Nos deslizamos unos veinte metros hasta que llegamos al suelo a gran velocidad y nos quedamos atascados en la nieve. Tras recoger el trineo pregunté a Matt como estaba.
—¿Se encuentra bien señorito?— dije mientras le levantaba del suelo cogiéndole del brazo.
—Sí, estoy bien— dijo mientras acercaba su cabeza hasta la mía— ya hemos llegado vivos al suelo ¿no?— preguntó irónicamente con una sonrisa pícara y la intención de besarme.
—Anda ven aquí— dije atrayéndole hacia mí hasta que nuestros labios se juntaron de forma apasionante y romántica.
Estuvimos besándonos, abrazándonos y bueno en conclusión dándonos mucho amor mientras convertíamos aquel helador día en una apasionante aventura más.
Acabó atardeciendo y recogimos todas nuestras cosas antes de que anocheciera: móviles, llaves de casa, dinero, etc...
Llegamos al poste en el que dejamos aparcadas nuestras bicicletas y decidimos volver en el autobús. Tras esperar en la parada, finalmente llegó el transporte, subimos nuestras bicicletas en los enganches de la parte trasera y subimos nosotros detrás. Pagamos el billete y nos sentamos tranquilamente en los asientos acolchados y aterciopelados de la parte final del vehículo.
A mitad de trayecto Matt estaba muy cansado y se durmió sobre mi hombro, su hermosa cara me producía una tremenda felicidad solo con verla y sonreí al darme cuenta de lo afortunado que había sido al conocer a Matt.
Pasado un rato llegamos al final del trayecto y desperté ligeramente a Matt unos metros antes de nuestra parada para que se despertara con calma y seguidamente, al llegar por fin a nuestra parada, bajamos del autobús y llegamos a mi casa.
Estábamos muy cansados así que instantáneamente nos pusimos los pijamas, cenamos una sopa de fideos caliente y nos fuimos a la cama temprano. Matt como todas las noches durante su estancia durmió conmigo en la cama, nos acostamos acurrucados por el frío y me abracé a Matt.
Mientras dormíamos, mi madre pasó por delante de la habitación y nos vio dormir. Nos vio abrazados y sonrió porque por fin me sentía feliz de verdad. Se acercó sigilosamente para no despertarnos y cerró la ventana para evitar que entrará más frío y alejándose se dirigió a la puerta.
—Qué durmáis bien mis niños— susurró mientras cerraba la puerta y se iba a dormir.
En medio de la noche un ruido fuerte y no precisamente tranquilizador hizo que mi sueño se interrumpiera. Al despertarme oí un sonido procedente del exterior concretamente de la acera cercana a mi casa, estaban haciendo unas obras técnicas en el cable del alumbrado pero a pesar de todo aquella obra no era muy ruidosa, apenas se oía un solo tornillo desenroscarse.
Me volví a tumbar en la cama, con intención de volverme a acostar, pero antes decidí irme a hidratar mi boca, y después de haber bebido agua en la cocina, volví a la habitación y me introduje de nuevo en el fantástico mundo de los sueños.
Al rato, aproximadamente una hora y media más tarde, volví a despertarme y no sabia porque, no era por ruidos externos ya que las ventanas estaban cerradas. Hasta que finalmente me di cuenta de lo que me había despertado. Había sido Matt.
Estaba volviendo a tener otra de sus horribles pesadillas pero volvía a decir lo mismo otra vez, susurrando las mismas frases una y otra vez paulatinamente.
—No... Por favor... Parad ya... Por favor dejadme en paz...—
Cada vez parecía más angustiado y parecía sudar más y más. Se estaba alterando mucho y me puse a zarandearle ligeramente con intención de despertarlo pero cada vez susurraba más alto y más nervioso.
Hasta que finalmente Matt se despertó sudoroso y con los ojos llorosos y entonces extrañado le pregunté que había causado tal reacción.
—¿Que ha pasado?— pregunté extrañado y preocupado.
—Eh...— dijo recobrando la respiración.
—Matt ¿Que ha ocurrido?— pregunté nuevamente.
—No puedo decírtelo, te avergonzarías de mí— dijo entre lágrimas.
—Matt soy tu novio, me tienes para lo que quieras, puedes decírmelo no te preocupes— contesté —no hay y nunca habrá nada que me haga cambiar mi opinión sobre ti. Ahora respira y dime ¿Que has soñado?— pregunté tomando su mano pálida y temblorosa.
—Era un recuerdo— contestó Matt.
—¿Un recuerdo sobre que? ¿Qué pudo pasarte para estar tan asustado y nervioso como ahora al recordarlo?— pregunté confuso.
—Era un recuerdo de... De mi padre— contestó Matt llorando y abrazándome desconsoladamente.
*FIN DEL CAPÍTULO*
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Hasta aquí el capítulo de hoy ¿Qué pasará a continuación? Lo averiguaremos en el siguiente capítulo. Espero que os este gustando la historia. Si te gusta o no este capitulo o la historia por favor vota o comentarlo, esos mensajes me sirven para saber en que mejorar o no. Hasta la próxima lectores, gracias por apoyar y hacer la historia posible y gracias por seguirme y darme una oportunidad, un saludo.
