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Luana

—¿Que te pasa, Marcone?.—cuestiono al verlo del otro lado de la pantalla desanimado.

—Nada gorda. ¿La gorda duerme?.—cambia de tema, preguntando por Fran.

—Por suerte si. Por el tema de la vacuna y eso esta muy encima mío, no puedo hacer nada estos días.—le cuento mientras me acomodo en la cama.

Cada vez que Ivan juega en otro lado y tiene que concentrar en hoteles todas la noches antes del partido hablamos de todo un poco, siempre trato de alentarle de que va a ser un partido bueno y le va a ir bien.

Mañana juega con la Seleccion frente a Venezuela, esta super nervioso y lo entiendo pero se que mañana va a dar todo.

—Gordo, ¿adivina a quien volví a ver?.—emocionada hablo, Ivan confundido me mira.—Un compañero de secundaria, hoy cuando fuí lo cruce.

Su ceño aun fruncido me decía que no estaba para nada contento con lo que le conte, yo toda emocionada por contarle.

—¿Y que hacia en la clínica?.—cuestiona enarcando una ceja.

—Es pediatra, bueno ahora de la gorda.—contesto obvia.

Él iba a hablar pero fue interrumpido por varios gritos que sabía bien de quién venía.

—¡Luana!-exclaman del otro lado, Dario le saca la tablet a Marcone y se enfoca él y con una sonrisa boba empieza a saludar.—¿Donde esta mi ahijada?.

—Esta durmiendo Franchu.

—Solta gil.—lo reta Iván tratando de sacarle la tablet.

—¿Y de que están hablando ustedes?.—habla pícaro mirándome.—No estarán hablando de sexo, no.

—¡Ay, Darío, cállate!.—puedo jurar que mi cara es un tomate ahora mismo.—Estamos hablando del partido de mañana.

—Seguro que están alegando porque mañana hago gol, no.—expresa divino, rio ante eso.

—Ojala hagas, nos debes un gol.

Benedetto asiente, mientras sigue peleando con Iván tratando de que no le saque la tablet para seguir hablando conmigo.

—Para boludo, correte que quiero hablar con la mamá de mi ahijada.—lo reta Dario esquivando a Iván.

—No se en que pensaba cuando bautizaba a mi hija.—lo escucho bufar a mi marido.

—Ey, soy el mejor padrino que puede tener.





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Las cosas con Marcone estaban yendo bien por ahora, él mañana volvia de sus partido con la selección Argentina que por suerte jugo unos minutos y le fue bien. De los mensajes que le encontré antes que se vaya a España no hablé absolutamente nada, pretendo a que él llegué y hablamos como corresponde.

Me pone mal, claro, pero así no se puede seguir y quiero que me explique las cosas porque se que esos mensajes no eran nada, con esa chica se iban a ver yo vi todo.
No entiendo con que necesidad hace eso, engañar a su mujer; Marcone es un chico grande no tiene quince años como para andar haciendo esto.

Con Noelia habiamos quedado en ir a un parque cerca de Palermo, necesitaba ir a despejarme un poco y sacar a Franchesca ya que hace unos dias no saliamos a pasear.

—Luana, ¿te gustaría volver al modelaje?.—pregunta Noelia dejando a su hija en el piso y dandole algunos juguetes para que se entretenga.

INFIEL || Ivan Marcone Donde viven las historias. Descúbrelo ahora