INFIEL || Ivan Marcone

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08. "Llantos"

Luana

Limpiaba por mil veces las lagrimas de mi mejilla, parezco una estupida llorando como una nena de cinco años cuando su madre no la deja jugar con sus juguetes y la castigaba. Ojala fuera eso, pero no, llorando por ser una estupida y seguir fingiendo tener la família perfecta.

Enserio, no puedo más con esto, las peleas con Ivan son cada vez mas seguidas y siempre trato de decirle que lo se todo, que se que me esta engañado pero no puedo, no me salen las palabras cuando lo tengo cerca.

Anoche llego a dormir a las cuatro de la mañana y me vino con el cuento que se quedo jugando póker con los amigos.
Les juro que no se que hice mal para merecer todo lo que Marcone me está haciendo, ¿no le soy suficiente? Por favor, estoy con él dia y noche, le di una hija, el cariño que nunca tuvo y asi me lo devuelve él.

Escucho la puerta tocar, me levanto de la cama, veo a la gordita aun dormida en su cuna por suerte. Camino hacia la puerta principal no sin antes secarme las lagrimas, no esperaba a nadie la verdad.  Cuando abro la puerta me lleve una gran sorpresa al ver a mi mamá junto a Joana con una sonrisa boba en su rostro.

—!Mami!.—exclamo felíz para tirarme a abrazarla fuertemente, no la veía hace casi un mes ya que se fue a Uruguay a ver a mis abuelos que estaban enfermos.—Ay mamá, la extrañaba mucho.

—Mi vida, no vayas a llorar eh.—me reta, nos separamos y me limpia algunas lagrimas de mis mejillas.—Estas hermosa, mi vida.—me alaga con una sonrisa.

—¿No pensas saludar a tu hermana preferida?
—habla Vanesa detrás de mi mamá.

—Si sos la unica boba.—sonrio y me acerco a abrazarla.

Hago pasar a mi hermana y mi madre, les juro que doy gracias a Díos que hayan venido. Vane fue en busca de Franchesca y empecé a servir café mientras mi madre me seguia.

—¿Ivan aun no llega?.—pregunta dudosa.

—Debe de estar por venir ya.—digo al ver la hora mi celular.—Me hubieran dicho que venían, mami.—le reprocho riendo.

—Bueno, queriamos darte una sorpresa y por suerte tu marido no dijo nada porque sino ya estaría bajo tierra.—dice riendo, yo frunzo el entrecejo.

—¿Ivan sabía?.—cuestino sorprendida.

Mi madre asiente varias veces con la cabeza apoyandose en la mesa de la cocina.

—Si, y lo amenace a que no diga nada.—cuenta mi madre.—Y, ¿ustedes como estan?.—pregunta interesada.

—Bien, por suerte ya tiene los últimos partidos con Boca y nos vamos de vacaciones.—le cuento con algo de alegría mientras dejo los cafe en la bandeja.—¿Papá no quiso venir?.—cambio de tema rápidamente.

—No, ese no quiso venir.—suelta un suspiro.—Sabes que hay que rogarle para que venga, aparte no quiere dejar el trabajó.—rueda los ojos mi mamá.

Mi padre siempre fue una persona muy trabajadora y lo entiedo a que no quiera dejar su trabajo porque allí se trabaja muchisimo. Lo que me parecio raro es que mi hermano Jona no haya venido, de echo cada vez que mi madre viene él también viene con ella.