III

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Elisa

Ya nos habíamos despedido de los españoles y habíamos vuelto a dormir.

Jan me hizo un espacio en su cama y dormiríamos juntos al menos hasta que Alejandro me pidiera perdón.

— Odio a Alejandro —dijo Jan Carlo y se recostó a mi lado— no puedes permitir que sea tan celoso contigo. Amiga date cuenta que ese vato no te conviene —negué
— pero yo lo quiero Jan, de verdad —no quería hablar de él ahora porque me sentía triste. En verdad quería a Alejandro.
— Diossss, aún no entiendo que le ves y como puedes ignorar las miradas de alguien tan guapo como Walls por un Jandro cualquiera —fruncí el ceño
— ¿de qué mierda hablas? —Jan se sentó
— por dios, ¿ni siquiera te diste cuenta que Walls se la pasó mirándote todo el rato? —negué— sí estás mal —se dejó caer sobre la almohada y luego se giró para quedar cara a cara— Elisa, Walls te miraba todo el rato, yo creo que te encuentra atractiva —negué
— no puede ser Jan, o sea... —hice un gesto— no.
— di lo que quieras, yo sigo creyendo que sí. Y buenas noches porque mañana quiero salir a conocer la ciudad desde temprano —me dio la espalda. Suspiré e intenté dormir igual que él.



Estábamos desayunando en el comedor, sólo Jan y yo como siempre.

— Oh oh —dijo Jan de pronto— viene el diablo —soltó una risa

Ale se paró frente a nosotros y me miró
— ¿podemos hablar? —miró a Jan, luego a mi— en privado
— No se preocupen, yo me iba a conocer la ciudad —Jan Carlo se puso de pie y nos dejó solos

Miré a Alejandro esperando a que él hablará.

— Perdón —tomó mis manos entre las suyas— Soy un tonto, pero es que Elisa... Eres demasiado bonita y me da miedo que puedas irte con alguien mejor que yo y bueno... Siempre estas tan cerca de Jan Carlo —se rascó el cuello, negué
— si piensas pedirme que me aleje de él mejor quedate tus palabras dentro —amenacé— sabes perfecto que Jan es lo más importante que tengo junto a Tania y por nada del mundo dejaría de hablarles —dije sincera como siempre— te quiero mucho Ale, demasiado —acaricié su mejilla— a pesar de los errores que cometas o de cualquier cosa que haces —sonreí de lado— pero no pidas que haga cosas que no quiero hacer porque entonces... —hice una mueca
— No Elisa, está bien —se acercó a mi y me dio un beso— sólo quiero estar bien contigo —le besé de vuelta y al separarnos sonreí
— Entonces estamos bien —dije y lo abracé. En verdad quería mucho a ese chico.



Nos habían traído a cenar, estábamos todos juntos y era divertido verlos a todos tan contentos.

— Elisa, ¿vienes con nosotros a jugar? —preguntó Walls de la nada. Ale me miró con las cejas alzadas y una mueca. Asentí
— en nada los alcanzo —dije amable y lo vi irse al área de juegos cual niño pequeño. Me enterneció
— ¿como es que ya tienen la confianza a este nivel? —se cruzó de brazos— tenía entendido que nunca le habías hablado
— Hablamos ayer por la madrugada —dije normal, odiaba las escenas de celos— Apenas nos conocemos Alejandro, no empieces —rodé los ojos— me avisas cuando venga la comida, iré a jugar —me levanté sin más y alcancé a Walls y a Jan



Walls

— yo creo que terminarán pronto, Elisa a veces no soporta a ese tipo y yo creo que sólo necesita un boom para terminar —me dijo Jan y se estiró en el juego
— es que parece que ella le quiere mucho —rasqué mi nuca— y yo no me quiero meter entre ellos. ¿Has visto como la miró cuando la invité? —Jan rodó los ojos
— Es un celoso posesivo de mierda —se acomodó— desde que iniciaron a ser novios han tenido problemas de eso. Pero Elisa es muy tonta y siempre lo deja pasar —suspiró— es mi mejor amiga de toda la vida pero aún no logro que me comprenda cuando le digo que un tipo no le conviene —Jan Carlo parecía agradable. En verdad era amable y honesto.

Elisa cruzó la puerta del área de juegos junto a Bnet. Ambos rieron al vernos dentro de la pequeña casita y se acercaron.

— ¿caben un tío grande y una pequeña? —preguntó Bnet, Elisa sonrió. Nos pegamos más y ellos subieron.

— ¿qué hacían? —preguntó Elisa una vez que estuvo arriba
— sólo hablando —me limité a contestar y ella asintió
— ¿están nerviosos por la compe? —preguntó Jan, Bnet negó
— no me dan nervios tío, no sé porque —se alzó de hombros, Elisa lo miró sorprendida
— Que suerte
— lo sé —le pasó un brazo por los hombros— ¿tú eres nerviosa?
— No, al menos no en el ámbito propio —todos la miramos como sin entender— la escuela —rodó los ojos
— Ah ya —respondió Bnet— ¿y qué estudias?
— Estoy en la uni, mi carrera se llama Letras Hispánicas —alzó los hombros— me imagino que en España tendrá otro nombre pero es como español —soltó una risa pequeña.
— Se droga —dijo Jan. Me sorprendió porque no parecía que lo hiciera
— No es verdad —Elisa le pegó un zape
— ah sí, ya recordé que el que lo hace es el retardado de tu novio, es verdad —Elisa lo miró mal
— Tiene ansiedad —defendió. Bueno, cada vez más me parecía de lo más extraño que un tipo como Jandro tuviese una novia como Elisa. Eran completamente diferentes el uno del otro.

— Hey, críos —gritó Eude en la entrada— ya han traído vuestra comida, venga a comer —dejamos bajar a Elisa primero, Eude la tomó de la cintura y la bajó sin esfuerzo al suelo.

Luego bajamos nosotros tres.

Caminamos hasta donde estaban los demás, pude notar que Jandro estaba aislado de todos bebiendo cerveza.

Elisa fue hasta él y este con una muy seria cara la recibió, ni siquiera cuando Elisa le tomó la mano sonrió. Sólo se limitó a seguir bebiendo.
Jan Carlo estaba molesto y lo podía notar porque cortaba la carne con mucha molestia.

Elisa apenas y comió

Sᴇᴄʀᴇᴛs ~ Wᴀʟʟs (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora