Sᴇᴄʀᴇᴛs ~ Wᴀʟʟs (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)

XVII

— Elisa, querida tienes que levantarte —escuché la voz de Ginés. Abrí un sólo ojo y me senté en la cama.
— Ya estoy despierta, ya —mis ojos seguían pegados, odiaba madrugar cuando me dormía tarde.
— Venga ya, que Eude llega en 20 por nosotros —abrí ambos ojos y me puse de pie.
— ¿me vas a acompañar? —le pregunté mientras caminaba al baño. Era mañana y necesitaba hacer mis necesidades, lavar mi rostro y mis dientes. No desayunaría porque tenía básicamente una "entrevista de trabajo" aunque no era una en palabras tan formales.

Una vez que acabé de hacer todo lo que debía hacer salí del baño. Ginés ya no estaba en la habitación.

Al final como nos habíamos quedado sólo 3 personas extras con Bnet pues nos habíamos acomodado perfecto.

Bnet y Jan como se habían ido a dormir primero pues habían dormido en su cuarto, yo y Walls habíamos dormido en el sofá cama de la sala/cuarto de huéspedes del departamento Bonet.

Me deshice de mi short de dormir, puse mi sostén y luego me quité la camiseta.

En ropa interior abrí mi maleta y busqué algo formal pero tampoco de traje o vestido.

Al final opte por una falda lápiz de color negro hecha de mezclilla con botones y una camiseta ajustada y de manda larga hecha de tul, o de una tela como medio trasparente.

Me puse debajo un bralette de encaje negro y como zapatillas me pondría mis converses blancas.

La verdad es que como Eude me había dicho no era algo muy formal o muy serio pues no me había esforzado. Solo hablaría con Estrimo y con algunos más.

Bajé al recibidor, luego caminé a la cocina. Jan y Bnet estaban haciendo el desayuno y parecía que eran huevos con tocino.

Mientras uno hacia los huevos el otro ponía fresas en la licuadora con leche.

Los miré con la ceja alzada, ellos sonrieron y siguieron en lo suyo. A mi esto de verlos tan juntos me lastimaba un tanto. Es que era yo quien hacia esas cosas con él.

— ¿no te quedas a desayunar? —preguntó Bnet. Negué
— No, me tengo que ir. ¿Saben donde está Walls? —justo sentí que me picaron los costados
— Aquí, venga tía ya llegó Eude por nosotros —sonreí y salí sin más.

No podía dejar de pensar en ellos dos. ¿En serio se habían agradado tanto como para dejarme de lado?

Bueno, yo también lo había dejado de lado por estar con Walls. Quizás era su venganza.

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— Claro que nos serías de mucha ayuda respondiendo comentarios de Urban y llevando la cuenta, aunque puedes ayudarnos internamente con las batallas tan cual —Estrimo era un chico súper gracioso y genial. La verdad que me hacia mucha ilusión trabajar con él en Urban.
No ganaría el sueldo de un millonario pero con eso era suficiente para vivir plenamente, además era sólo yo así que...

Me habían hecho firmar un pre-contrato y esas cosas.

Salimos de la oficina, Estrimo y Eude se dieron la mano y lo mismo con Walls.

— Oye tío, ¿como vas con la canción esa que me dijiste? —le preguntó Estrimo a Walls. Este lo miro
— Eh... —se rascó la nuca— pues bien. Estamos grabando unas cuantas más antes de publicarla o eso. Pero bien —sonrió. Mi teléfono empezó a vibrar.

Salí afuera y luego vi quien me estaba llamando.

"Ale ❤️"

Había notado que no le había cambiado el nombre, y dos... Me había sorprendido su llamada a 4 días de nuestro rompimiento.

No contesté, pero sí cambié su nombre.

Volví a entrar con ella chicos, estos sé callaron a penas entré y Walls se sorprendió
— ¿todo bien? —me sonrió
— Sí, todo bien —asentí— ¿nos vamos?
— Venga, nos veremos en una semana Elisa —me dio un abrazo Estrimo y luego volvió a entrar a su oficina.

Salimos los tres, la verdad seguía confundida de la llamada de Alejandro. No sabía para que había llamado, pero me había bajado de la nube en la que estaba en donde todo estaba bien.

Acababa de caer en cuenta que las cosas habían cambiado, que jamás volverían a ser como antes.

Los tres últimos años había hecho lo mismo todos los días. Ir a la escuela, salir con Jandro, dormir en su casa, charlar con Jan... Ahor no tenía nada de eso.

No iría a la escuela, tenía ir empezar mi vida laboral.
No saldría con Jandro, ni dormiría con él. Jamás volvería a sentir sus brazos rodearme... Le quería tanto, aún después de todo. Ya no me sentía enamorada... Porque lo que me había hecho bueno, me quitó el amor. Pero le estimaba, él había sido un pilar en mi vida.

Y por último... Jan y yo habíamos dejado de hablar.

Me sentía más sola que nunca.

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Walls

— Recuerden que saldremos a tomar esta noche así que estén listos a las 10, por favor —dijo Eude, asentí y Elisa seguía mirando a la nada.

Desde la llamada he recibió estaba muy pensativa. Como sí estuviera en otro mundo.

— Elisa, cariño —Eude paso su mano frente a su rostro para llamar su atención. Ella sacudió la cabeza y lo miró— A las diez para ir a beber —Elisa asintió y bajó del coche— espera, quiero preguntarte algo —la detuvo— venga vamos a hablarlo al parque, porque es algo largo —Elisa volvió a subir al coche. Eude arrancó y se perdieron de mi vista.

Suspiré y abrí la puerta del apartamento de Javi.

Abrí mis ojos al verlos. No sabía como reaccionar ante ello. Porque para empezar no sabía que Javi era gay, y tampoco Jan.

— Ginés! —gritó Jan y se alejó de Bnet por completo 
— Bro —se levantó Javi, yo seguía en shock— no le digas a nadie sí? —parpadeé algunas veces— es algo secreto que ninguno de los dos planeaba decir a nadie... —lo miré, parecía apenado
— Walls —se acercó Jan— No le digas nada a Elisa, por favor —negué
— No diré nada, pero si no quieren que nadie se entere entonces dejad de ser tan evidentes... —sonreí— no somos tontos. —ellos rieron un poco.