MAZKLAN +18

1│ Un Caliente Mensaje

MAZKLAN

Era un domingo como cualquier otro, a excepción de que mi padre y mi hermano Aris nos encontrábamos viendo la grandiosa serie que Netflix nos proporcionaba, éramos como cualquier ser humano un domingo en la mañana... ok, un domingo a las tres de la tarde, aún en pijama.

Mi celular vibro y lo mire de reojo, él estúpido de Grece me estaba llamando.

Sí, lo sé, yo soy más estúpido aún... porque a pesar de que sé que ya tiene una hija de dos años y su estúpida esposa Christa, la cual, por cierto, me sigue en Instagram desde que vio que Grece comenzó a seguirme. Aún con todo eso, me estoy comportando como un pendejo.

¿No lo creen?

Digo, maldita sea, estamos siendo infieles... bueno, solo él, ¡Pero, aun así, yo quedo como el puto!

Un puto sexy aclaro.

La voz de mi hermano me saco de mis pensamientos, que realmente agradezco porque ya se estaban yendo por los sucesos de la noche anterior.

—Necesito un poco de azúcar, iré por pastelillos en el minimarket de enfrente, ¿Quieren algo? — preguntó Aris mientras se levantaba de la alfombra, sí, a pesar de tener los malditos sofás, optamos por sentarnos en la alfombra.

—No cariño, solo ten cuidado— hablo mi padre.

—Yo quiero unos Pringles, que sean de queso, por favor— asintió mientras salía con su horda de guardaespaldas.

Pasamos viendo el termino del capítulo comentando con mi padre, acerca de las posibles teorías, hasta que me dio un poco de sed, estaban pasando la canción final, y los avances, así que, me levante, pero en ese instante, mi papá hablo.

—¿No crees que Aris ya se tardó? — preguntó.

—Sí, ya hasta ni me acordaba de mis Pringles—

—Tienes... oh cierto, olvidaba que cambiaste tu celular, necesito un cargador, mi celular esta muerto— dijo mientras presionaba el botón medio solo para verificar que estaba más que muerto.

—Aris y tú tienen el mismo celular, y siempre tiene un cargador en su camioneta, puedes llamarle del mío y decirle— me encogí de hombros. —Toma— se lo entregue —Iré por una botella de agua, ¿Quieres? — dije, mi padre asintió y le coloque mi huella al celular que me estaba tendiendo.

Después, me dirigí a la cocina y tomé dos botellas de agua de la nevera, me dirigí de nuevo a la sala, pero en el camino de esta, Aris venia ingresando con su horda de guardaespaldas y con una bolsa con el logotipo de la tienda.

—Creímos que te habían abducido los ovnis, ¿No te ha llamado papá? — pregunte.

—No, la cajera es una fan, créeme esa señora da miedo—

—¿La de la caja dos? — pregunte con una sonrisa, esa sonrisa cuando recuerdas algo gracioso, al mismo tiempo que él asentía. —Sí, cada vez que voy me dice palabras en doble sentido—

Ambos ingresamos a la sala y mi padre tenía el ceño fruncido.

Apenas iba a comenzar a preguntar que le pasaba, cuando comenzó a citar.

—"Muévete como anoche y toma la maldita llamada... estoy tan duro que unas ganas de follarte no me faltan y más en domingo con los ventanales abiertos y tú contra estos, así que toma mi llamada y dime en cuanto tiempo paso por ti bebé" — entonces palidecí y susurré una maldición.

Sí, maldito Grece, ojalá y... ojalá y se le caiga el pene.

Bueno, a quien engaño, si mi padre no hubiera visto ese caliente mensaje, le hubiera contestado de la misma forma... o tal vez hasta con un audio caliente... o foto... maldita sea, me estoy saliendo del tema.