MAZKLAN +18

16| Azul y rosa

Maratón 1/3

MAZKLAN

Los preparativos de la boda comenzaban, había doce entrevistas para elegir a la planeadora de bodas, mi padre se había vuelto loco.

Tecleaba sin parar en mi computador antes de las entrevistas, de reojo observe que Milán estaba dibujando en su pantalla enorme, eran los últimos detalles del parque Gates, pasaron otros minutos más hasta que un toque en la oficina nos saco de nuestro trabajo, Alexandro asomo su cabeza y nos informo que mi padre nos esperaba en la sala de juntas.

Asentí y nos dirigimos allá, la planeadora número tres nos mostró su carpeta de trabajo y los eventos que había planeado, tenía un buen currículo, de una buena universidad y...

—Nosotros le llamamos, gracias— corto Milán mis pensamientos.

La chica se levantó y se dirigió a la salida con una sonrisa forzada se despidió de nosotros. Iba a preguntar porque no la eligió, porque sabía que no le iba a llamará, pero mi padre me detuvo.

—No lo cuestiones— susurro bajito.

Solté un suspiro y en seguida paso la siguiente, Milán con su falta de expresión y tacto fue diciendo a la mayoría que lo llamarían, hasta que la entrevista número nueve entro tratando de llevar un caminar elegante.

—Buenas tardes— Milán levanto la mirada de los papeles y con el ceño fruncido pregunto.

—¿Eres la misma Helen que llamo esta semana? Tu voz suena diferente— y ese era Milán.

—Uhm, bueno mi amiga llamo—

—¿Estás diciendo que tu amiga es tu secretaria o algo? —

—No, es solo que ella cree que tengo el talento para dar la mejor boda del año— Milán asintió y regreso su vista a la copia de la carpeta, tenía pocos trabajos, pero eran elegantes, excepto por una fiesta infantil que se veía más sencilla de todas.

La chica nos hablo de todos sus trabajos, sus métodos etc.

Por primera vez, Milán la dejo terminar.

—Espera nuestra llamada entre hoy y mañana para tu respuesta— la chica asintió y con la cara roja salió de la oficina.

Me quede callado mientras observaba como marcaba el currículo de la chica.

Las otras entrevistas fueron más aburridas y Milán ni las dejaba terminar, era educado, pero a la vez deseducado, no sé si me explico.

Sé quedo hablando con mi padre unos minutos más mientras yo tomaba un vaso de agua, de regreso a la oficina le dio a Frank un papel.

—¿Podría llamarla? Es la nueva planeadora y gracias por sus consejos—

—Ni que lo digas querido, cuando necesites mi ayuda— Frank le guiño un ojo y se dispuso a llamar a la planeadora mientras nosotros entrabaos a la oficina.

—Ni siquiera quiero preguntar como supiste que era la indicada— me senté en mi silla mientras el iba a su lugar de trabajo.

—Por algo se comienza Mazklan, todos llegaron con carpetas perfectas, todos llamaron por ellos mismos, cuando esa chica, ni siquiera tenia la intención, fue su amiga la que creyó en ella, su carpeta traía hasta sus trabajos más simples y posiblemente desde el inicio de su corta carrera, no quiero que alguien que no haya cometido errores anteriormente planee mi boda, porque posiblemente los cometa en la mía— se sentó y soltó un suspiro.

—¿Cómo van tus brazos? ¿Duelen? —

—Un poco, pero estamos a una semana de terminar el primer mes—