8|Cuatro años tarde

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MILÁN

Bostezaba mientras preparaba el desayuno, Mazklan tenía unos minutos de haber salido a correr, mientras yo aún estaba en pijama y con el cabello revuelto.

Por lo regular a esta hora estaba yo solo o, mejor dicho, me sentía solo, pero hoy había más guardaespaldas a la vista, pues acomodaron un sofá en la entrada y ahí se encontraban.

Como siempre, prepare mucho, ya que siempre les ofrecía de almorzar.

Cuando me dirigí a tomar una ducha, dejé a los chicos almorzando, minutos despues salí ya vestido y me encaminé a la cocina, Mazklan ya se encontraba también ahí.

—...Turnándose, por el momento me llevaré a Alexandro, Mike y Drake, Salkova va a esperar a los nuevos y harán un horario...— entonces me vio, me sonrió y se levantó para darme un beso en la frente. —Buenos días por segunda vez— me senté despues de darle los buenos días y comencé a almorzar.

Después nos dirigimos al estacionamiento subterráneo y nos dirigimos a la empresa en una de sus camionetas cerradas, mientras íbamos hablando acerca de los puntos de la reunión, sentía una mirada sobre mí, esto era una mala idea.

Cuando llegamos, como siempre, los trabajadores solo nos veían. Nos subimos en el ascensor privado y nos dirigimos a la oficina.

Los guardaespaldas se quedaron afuera.

Luego entró el secretario de Mazklan y comenzaron a trabajar en unos informes, mientras yo me senté en mi escritorio y retocaba los planos para el resort.

Cuando terminé se los mostré a Mazklan y cuando me dio el visto bueno, me salí para escanearlos, eran planos grandes, por lo que la máquina que necesitábamos se encontraba en donde estaban los de soporte que estaba dos pisos abajo, salí de la oficina y solo sentí que uno de los guardaespaldas me venía siguiendo.

Cuando subí al ascensor, supe quién era.

Mierda.

—Así que aquí trabajas— dijo en cuanto las puertas se cerraron. —Has cambiado mucho Milán— susurro.

—Al menos notaste que mi horrible cara cambio— dije mientras miraba el espejo que estaba frente a nosotros, notando como su mirada cambio a una de dolor.

Solo finge Milán, eso es lo que siempre hace.

—Me quería disculpar por eso y por todo— dijo mientras intentaba acercarse.

—Uhm, creo que ya es cuatro años tarde— susurré, iba a contestar, pero las puertas se abrieron y salí rápidamente.

Camine por el largo corredor, saludando a quien me saludaba y suerte que tenía que segundos después de mí, llego una chica que me hablaba muy bien.

—Milán— me sonrió cuando me hablo. Se acerco y me saludo con un beso en la mejilla, hablamos un poco de los chismes que sucedían, que tal estaba embarazada, que a tal lo engañaron y se va a divorciar, no es que me interesara, pero necesitaba unos minutos para despejarme.

Cuando termino, coloque mi USB y pase los archivos, me despedí de Georgina y me subí nuevamente al elevador, esta vez ocupe mi tiempo en una llamada de la hermana de Mazklan que cuando recién iba entrando a la caja metálica comenzó.

—Hola Maldrec—

—Milán, que crees, ya salió la nueva línea de cuidado para la piel de Kyle, ¿a qué hora es tu almuerzo para que pase por ti? —

—No lo sé, tenemos una junta y creo que tu hermano después los quería llevar a almorzar, además, sabes que no confío mucho en la marca de Kyle, pero te acompañaré, pasas a la empresa al medi... oye, espera, ¿No sé supone que tienes clases? — pregunte ya caminando fuera del ascensor.

MAZKLAN +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora