MAZKLAN
Mientras miraba a Milán dormir, solté un suspiro, no paso ni media hora cuando la azafata nos comunicó abrochar nuestros cinturones ya que estábamos por aterrizar, vi que Alexandro se levantó para tratar de abrochar el de Milán, pero lo detuve.
Me acerque a él y le abroche el cinturón, después regrese a mi lugar y abroche el mío.
Solté un suspiro, mientras recordaba los sucesos de horas atrás, sinceramente no creí que con un beso me iba a poner de esta manera y mucho menos que Milán me siguiera o siquiera lo aprobara, debo de admitir que temí que después de habernos masturbado juntos y lo de la ducha, creí que iba a alejarme, temía que ahora que di dos pasos, me lanzara una patada.
—Sea lo que sea que esté pasando, tómenlo con calma— susurro mi padre antes de bajar del jet, con una gran sonrisa.
Solté un suspiro y me acerque a despertar a Milán, cuando abrió los ojos y se desperezo, tomo su maleta de mano y bajamos. Tenía aproximadamente tres años de no venir ni por asomo a la casa en donde pase toda mi infancia, tenía tiempo de no pisar las tierras que me vieron nacer y crecer, esto me entraba nostalgia y no podía imaginar cuan duro podría ser para mi padre también.
Las camionetas se detuvieron y bajamos para admirar el enorme y gran jardín, además de los grandes escalones con columnas imponentes que nos llevaban directo a la casa.
Era toda una obra magistral de Grecia, columnas con grabados, escalones y fachada elegantes y la puerta de madera con letra "G" en estas.
La enorme puerta se abrió y por estas salieron el mayordomo y la mujer que tanto tiempo estuvo trabajando en la casa.
—Bienvenidos señores Gates, sus habitaciones están preparadas— asentimos y nos dirigimos a estas, una de las chicas que trabajaban aquí, tal vez sea nueva porque no la había visto en mi vida, entro con nosotros para acomodar nuestras cosas en el closet.
En cuanto nos adentramos, Milán se lanzó a la cama y no tardo ni un minuto cuando comenzó a dormitar y segundos más tarde quedarse dormido.
Teníamos que ir en media hora a la reunión con los demás accionistas, pero no lo iba a despertar, de todas formas, nada tenía que ver con su trabajo, así que lo acomode mejor y le coloque una manta encima, cerré las cortinas y baje la intensidad de las luces.
Salí de la habitación y me dirigí a la sala, ahí se encontraban todos los guardaespaldas, excepto dos de Aris que han de estar con él en la habitación.
—Salkova— el nombrado se levantó enseguida dejando su Tablet de lado. —Necesito que aparte de los de seguridad de la casa se queden dos vigilando pasillos y haciendo rondas cerca de las habitaciones, Milán está durmiendo y no creo que vaya a la junta.
—De acuerdo señor, se quedará Mike y Connor, Dereck y Caroline se quedan en las rondas de afuera, los demás iremos en las camionetas señor— asentí y me iba a retirar cuando regrese y me dirigí solo para que él me escuchara.
—Revisa los informes de los guardaespaldas de aquí, hay varias caras que no conozco, solo para estar seguro— asintió y justo cuando iba a dar la vuelta, Salkova sonrió y me señalo con la cabeza detrás de mí.
Voltee y Milán estaba bostezando, me acerque y lo abrace.
—Vamos a comer para poder partir— todos los guardaespaldas asintieron y venían detrás de mí, mi padre y Aris venían bajando las escaleras.
—¿Por qué estas despierto? — pregunte mientras caminaba con él hacia el comedor.
—Porque por más sueño que tenga, quisiera acompañarte— respondió mientras se frotaba uno de sus ojos.

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MAZKLAN +18
Romance+18 LGBT BoyxBoy Grece era por quien estaba dispuesto a morir, Grece, era una de mis razones para cometer muchas y grandes estupideces, Grece fue el motivo de muchas cosas, sin embargo, no lo fue de mi felicidad. Gracias a un castigo colocado por m...