Tristeza, enojo, con esa sensación del no poder hacer nada, sentirse impotente... Eso era justo lo que Marc estaba sintiendo mientras se encontraba sentado en el asiento delantero con su padre, el cual, no era capaz de mirarlo a los ojos por la decepción que sentía hacia su hijo.
- Cuando lleguemos quiero que te encierres en tu habitación y no salgas para nada. - habló el padre sin ver a Marc.
Marc se quedó callado, lo último que quería era intecambiar palabra con su padre.
-Contestame, ¿O acaso eres un malcriado sin educación? - le llamó la atención levantando su tono de voz.
- No... - respondió Marc con la mirada baja mientras soportaba la incomodidad y las ganas de retomar su llanto.
-Entonces si me vuelves a ignorar, tendré que castigarte como antes. - le amenazó el hombre haciendo helar la sangre de Marc.
-S-sí, no volverá a pasar... Lo prometo... - pudo decir Marc a un tono bastante bajo.
-Eso espero. - bufó el padre.
Ninguno dijo nada más, todo del camino de mantuvieron en un incómodo silencio.
Llegaron por fin a la casa, una casa muy grande digna de un empresario como el.
Se abrieron las puertas automáticamente, al entrar, Marc observó la casa era muy grande.
-Entra ya. -mandó su padre.
Marc hizo caso y entró a aquella gran casa, al estar dentro, solo se quedó parado en la entrada, con la mirada baja, al igual que sus ánimos y sus ganas de seguir vivo... Sin Nathaniel a su lado.
-Hazte a un lado. -resopló el padre de Marc empujandolo, lo cual ocasionó que cayera al suelo. -No seas exagerado, nisiquiera te empujé tan fuerte, maldito inútil. - gruñó el padre para luego irse a algún lugar de la casa.
Marc se sentía cada vez peor, en vez de levantarse, se hechó a llorar en el suelo, mientras todos los insultos que su padre y todas las personas le habían dicho, pasaban por su mente, lamentándose cada vez más por haber existido.
-Nathaniel debe estar decepcionado de mi... -dijo Marc mientras se quedaba dormido luego de tanto llorar.
Por otra parte, estaba Nathaniel, el cual estaba con su padre, sin decir nada, solo extrañando la compañía de Marc, que cada recuerdo que llegaba a pasar por su mente, le daba más y más tristeza.
—Perdón por no poder haber hecho algo hijo... — habló el papá de Nathaniel apenado.
El de cabellos rojizos no dijo nada, solamente se levantó del sofá en donde se encontraban, para luego irse a su habitación.
Al llegar, tomó su celular y trató de llamar a Marc, pero este no contestaba.
"Quizá aún no llega... "
Pensó Nathaniel dirigiéndose lentamente a su cama para dejarse caer en ella.
—Marc... Como quisiera que estés aquí para poder abrazarte y besarte sin parar... — murmuró Nathaniel mientras abrazaba a la almohada que usaba Marc, mientras se hechaba a llorar, y luego, en poco rato, quedarse dormido.
En el siguiente día, Marc, como era de esperarse, despertó con dolor de cuello, y también, de cabeza.
Este se levantó a duras penas del suelo, se sentía aún muy mal, física, y mentalmente.
—Al fin despiertas, ahora quiero que te largues a duchar y te quites lo homosexual de encima, así darás menos asco. — ordenó su padre que ya se hallaba cerca de el.
Marc se sentía molesto, pero ya no quería más problemas con su padre.
—...¿Dónde está el baño?... — preguntó Marc con la mirada baja.
— Buscalo por ti mismo. — fue la respuesta que obtuvo Marc.
Sin decir nada más, se estaba por ir a buscar el baño, pero fue interrumpido por su padre.
—Un baño está arriba en tu habitación, es la segunda puerta a la derecha, ahí hay ropa, quiero que te la pongas. — habló el padre para luego irse a algún lugar de la casa.
Marc subió las escaleras y entró a la habitación que le había dicho su padre, era una habitación grande color blanca con azul, muy moderna.
Luego de admirar por unos segundos la habitación, tomó la ropa que estaba ahí para luego entrar al baño que combinaba con la habitación en tanto colores.
—Este baño es gigante... — se dijo a si mismo Marc.
En un rato Marc ya estaba listo, luego de ponerse la ropa que eran unos pantalones de mezclilla que le quedaban ligeramente grandes, una playera color negra con estampados blancos de formas sin sentido, y también una chamarra de mezclilla del mismo color del pantalón. Todo de marca.
Marc salió de su habitación y bajó donde estaba su padre, el cual se encontraba hablando con un chico el cual nunca había visto Marc.
—Marc, te presentó a Luka, y quiere ser tu amigo. — manifestó el padre.
—Hola... Luka... — le saludó Marc con timidez.
—Hola Marc Anciel. — respondió el de cabellos medio azules.
—Llamame Marc... Solo Marc... — pidió el de orbes Esmeralda sin mirar a nadie.
—Bueno, ahora vayan al Instituto. — habló Arthur, ambos chicos hicieron caso, Marc tomó la mochila que seguramente le pertenecía, y luego siguió a Luka a la salida.
—Sé que no me conoces y te sientes incómodo. — dijo Luka al estar ambos fuera de la gigante casa.
—... Sí, algo... — dijo Marc con voz baja.
—No te preocupes, puedes tenerme confianza, y algo me dice que lo que necesitas ahora, es un buen amigo en quien confiar. — comentó Luka con una relajada sonrisa.
—Supongo... — supiró Marc.
Luka tenía razón, Marc necesitaba con urgencia a alguien con quien hablar y desahogarse.
—Bien, vamos al instituto, mientras podemos hablar de lo que quieras. — dijo Luka mientras se encaminaban a la escuela.
—Esta bien... — contestó Marc ya con un poco más de confianza para luego seguirlo.
•~•~•~•~• Fin del capítulo •~•~•~•~•~•
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Por Arte Del Destino (MarcxNathaniel) / Yaoi/Gay
Fanfiction~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Marc es solitario y gusta escribir historias. Nathaniel es más social... no mucho y le gusta dibujar. Ninguno tenía planeado que el destino los juntaría, pues Nathaniel no sabía ni que Marc existía y Marc nunca pensó q...