Capítulo 51

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Narrador

Michael estaba feliz de haberla encontrado después de tanto tiempo, la volvió a ver. Ámbar era una mujer totalmente diferente a comparación de todas las que conoció a lo largo de su vida.

Ella había llamado su atención con tan sólo su carisma y su linda sonrisa.
Cuando la vio en la playa paseando y mirando el mar, pensó en lo hermosa que era y se veía en ese momento, dudo en acercarse pero esas dudas desaparecieron cuando la vio caminando hacia dirección a su puesto de bebidas pero no se hizo ninguna idea de que si le acercara para hablarle o solo para pedir una bebida. Pero su sorpresa fue cuando la miro, le sonrió y ella se le acerco devolviéndole la sonrisa.

Su voz quedó haciendo eco en sus odios, estaba seguro que las mujeres tenían hermosas voces pero la de Ámbar resaltaba más, suave y dulce tan relajante como un baño de burbujas.

Quiso seguir hablando con ella por lo que siguió dándole charla hasta llegar a una información que no se la esperaba. Estaba casada.

Michael siempre se dijo a sí mismo que jamás se metería con mujeres casadas por más hermosas que estén, por el mismo hecho que no quería tener problemas con los esposos, no era ningún cobarde, si tenía que plantar cara a la situación lo hacía pero los problemas matrimoniales no era lo suyo y las mujeres casadas no era lo que el buscaba, pero con ella, Ámbar, haría la excepción.

Algo en ella le gustaba y le llamaba la atención y que este casada no era problema, conocía muy bien a las mujeres tanto como los gustos y la forma de tratarlas. No sería problema para el enamorarla y que deje a su esposo, además, era menor de que su esposo unos 15 años menos, quizás.

Cuando Helena le había hablado y dijo que sería su modelo pensó que sería un buen trabajo, le darían un buen dinero el cual ahorraría para poder irse de vuelta a su hogar ya que había ido de allí con un solo propósito; buscarla y llevarsela.

Obviamente, cuando ella esté enamorada locamente de él y no tenga ninguna duda en irse.

Pero después de la primera sección de fotos, se cuestionó si se le seria difícil de conquistarla pero era de menos si la quería a su lado.

Estaba en su pequeño departamento alquilado viendo televisión cuando unos toques llaman a su puerta, ya tenía una idea de quién podría ser esa persona por lo que se levantó y fue a a abrir la puerta.

En cuanto la abrió, pudo ver esos hermosos ojos claros y esa belleza sobrenatural que poseía la mujer, era hermosa ante sus ojos.

Se hizo a un lado permitiéndole el paso a su casa.

Ella entró.

Le dio una mirada a su alredor comprobando que el hombre que tenía frente a sus ojos no tenía muchos recursos para sobrevivir, apenas comenzaba con su carrera de modelo el cual lo consiguió gracias a su buena figura y belleza masculina que poseía. Aún no le pagarían.

Ella se sentó en la cama del hombre y el alado de ella.

-¿Te acepto? - pregunta con una sueve voz

-Si, hoy comenzamos con las fotos - respondió

-¿Que hizo cuando te vio? - pregubto intrigada por saber la reacción de la joven al ver al hambre que casi arruina su luna de miel en Hawaii

-Nada, solo se sorprendió y discutimos - pensó que su presencia le iba a alegrar, después de todo, era con el único que hablaba en la playa cuando iba - creo que me odia - comentó apenado

-Tranquilo, sabes que estamos en esto juntos y yo te ayudare - sonríe - veras que caerá en tus brazos como si fueras el primero en su vida - dice dándole ánimos al tipo que tenia alado

Mi Bella Esposa<<Norman Reedus>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora