Capítulo 61

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Norman

Flashback

Acomode mi corbata para ya estar listo.

Mi traje negro estaba impecable como mis zapatos del mismo color, mi corbata azul bien liso y mi cabellos formando algunas que otras ondas castañas oscuras.

Esta noche tenía una fiesta en un antro de lujo. Tenía que ir de gala.

Sería el cumpleaños de un amigo mío, uno que no trabaja en el set pero es igual de importante.

Ya estando listo, me acerque a mi esposa quien se estaba haciendo unas ondas en su cabello castaño.

— ¿Lista? — pregunté.

Ella dejó el rizador en el mueble, volteo y me sonrió.

— Lista — dijo con su hermosa voz, esa voz que era melodia para mis odios.

Ambos salimos del del departamento ya listos y preparados para la fiesta de esta noche.

Mientras íbamos en el auto, Ámbar me contaba cosas que solía pasar en su trabajo o en su camerino, las cosas que les gustaba y las que no, también recordaba lindas anécdotas de su infancia con su nana entre demás cosas que la hacían feliz.

Yo la escuchaba atentamente, amaba escucharla y que quisieras compartir cosas conmigo. Yo también aportaba a la situación contando cosas de mi infancia, recordando momentos apreciados de mi vida y a cada rato recordándole mi amor hacia ella.

Ámbar era todo lo que necesitaba en mi vida.

Es por la única mujer que podría hacer cualquier cosa por que no se vaya de mi lado.

Cuando llegamos, el antro estaba que explotaba de gente y la música se escuchaba hasta afuera.
Ambos bajamos del auto, le puse seguro y entramos.

El olor a alcohol y cigarros fue lo primero que me pego en la cara, era un lugar oscuro muy poco iluminado por unas luces de colores y muchas personas bailando a la par de la música.

Como teníamos que pasar por medio de la pista para llegar al segundo piso, le agarre la mano a Ámbar para guiarla, pasamos entre ese grupo de personas y llegamos a una escalera que era donde estaba la sala Vip. El tipo me busco en la lista y me dejo entrar. Subimos y vi a personas reconocidas.

Salude a cada una de ellas a la vez que les presentaba a mi esposa quien saludaba tímida pero alegre.

Ambos nos fuimos a sentar en una mesa reservada para nosotros.
Acá arriba estaba mejor la cosa que abajo, era un descontrol.

Un mesero se nos acercó y dejó un par de bebidas en la mesa para luego retirarse.

Empezamos a hablar con unos amigos.

Después de unas horas, Ámbar empezó a cansarse de la fiesta.

Ella me dijo que se iría a casa, que yo me quede a seguir disfrutando ya que yo no quería irme todavía. Quería ofrecerme a llevarla pero ella no me dejó, agarre sus cosas y la acompañe hasta afuera del antro.

Estuvimos unos minutos afuera esperando un taxi confiable que viniera por ella.

— ¿Segura que no quieres que te lleve? — pregunte, no tenía ningún problema en llevarla y quedarme con ella, o dejarla en el departamento y después volver.

Quería que llegara a casa a salvo.

— Esta bien así — contestó ella — Quedate a seguir disfrutando de la fiesta, yo iré a casa a descansar. Quedate tranquilo que apenas cuando llegue te mando mensaje —

Mi Bella Esposa<<Norman Reedus>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora