Mi Bella Esposa<<Norman Reedus>>

Capítulo 59

Ámbar

Entre a la habitación hechando un portazo, mis lágrimas resbalaban por mis mejillas las cuales estaban rojas del coraje.
Abrí el armario y empecé a sacar toda mi ropa y también una valija por que me iba a ir de aquí.

Ya no podía más. Ya no.

Como pude ser tan estúpida, tan imbecil de haberme enamorado de un tipo como Norman. En estos momentos me arrepiento muchísimo de haberme casado con el, en permitir que me enamorara para luego hacerme esto.

Sentía un gran dolor en el pecho, un dolor horrible el cual nunca sentí antes.

Las imágenes venían a mi mente como un Flashback muy hiriente para  mi...

Flashback

Desperté temprano gire a mi costado encontrándome la sorpresa de que Norman no había llegado la noche anterior al departamento.

"Seguro se fue a lo de Andrew" pensé.

La noche anterior tuvimos una fiesta la cual me fui temprano por que estaba cansada, Norman se quedo.

Estire mi brazo hacia la mesita de luz agarrando mi celular prendiendo la pantalla dejando ver en esta unos mensajes de Norman.

Sonreí.

Abrí el mensaje.

        "Te espero en este Hotel, ven te espero con una sorpresa"

En otro mensaje me daba la dirección del hotel y el número de la habitación.
No sabía que era lo que me podía esperar pero viniendo de Norman debía de ser una sorpresa muy agradable.

Me levante y fui directo al baño para darle una ducha rápida.
Salí y me prepare lo más rápido posible para luego salir del departamento.

Pare un taxi y le dije la dirección del hotel, pasaron unos minutos de viaje hasta que llegamos, baje y le pague lo correspondiente.

Con una sonrisa entre al Hotel y me acerque a la recepción.

- Bienvenida ¿Que se le ofrece? - pregunto amigable la mujer

-Ámbar: Mi esposo me espera en la habitación 177 - dije.

La mujer me miro algo extraña pero no me dijo nada al respecto.

-Solo suba las llave las debe de tener el - dijo

Después de un "Gracias" de mi parte, subí a la habitación por el elevador, llegue al piso y baje, busque el número de la habitación hasta que la encontré.
Suspire, no sabía lo que podría encontrarme detrás de esa puerta.

Un presentimiento ni bueno ni malo.

Me arme de valor y entre.

Senti mis ojos llenarse de lágrimas, lo peor que pude de haber hecho fue entrar en esta maldita habitación de hotel.

Norman me miro asustado en pánico.

-Norman: No es lo piensas - trata de justificarse a la vez que trata de levantarse de la cama cubriéndose con la sabana.

En estos momentos lo único que sentía era odio, odio hacia ambos.

Katia sonrió.

- Katia: ¿Te gustó la sorpresa? - pregunta cínica.

El dolor que sentía era muy fuerte y tan doloroso pero no me mostraría débil ni mucho menos vulnerable ante estos dos.

-Ámbar: Los odio - pronuncie con asco y salí de esa habitación.