Capítulo 65

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Ámbar

Mi madre bajo hacía la cocina, al entrar me miró tanto a mí como a Hanna, sabía que estábamos ocultando algo por que ambas dejamos de hablar en cuanto ella entró.

— ¿Pasa algo? — pregunto mirándome.

— Si pero es para que se enteren todos — dije — Busca a Nana y llevaba arriba, voy enseguida —

Mi madre salió de la cocina buscando a Nana y luego esperame en la habitación de mi padre como había pedido.

— ¿Estas segura? — pregunto Hanna mirándome.

Asentí

— No tengo de otra — conteste.

Ambas salimos de la cocina yendo a la habitación de mi padre, entramos y ahí estaban los tres esperándome.

Hanna fue la última en entrar a la habitación y cerró la puerta.

Estando ya todos presentes, me dispuse a hablar.

— Quería decirles algo a todos, una noticia que capaz nunca se la esperaban — dije y todos me miraron, mi padre me miraba curioso.

— ¿Pasa algo, mi niña? — pregunto.

— Después de lo que pasó, decidí que es mejor que me vaya de aquí — solté de una vez.

Mi padres me miran sorprendidos igual que mi nana.

—¿Y a donde te iras? — pregunto mirándome preocupada.

— A Hawaii con un amigo — dije.

— ¿Por cuánto tiempo?¿Será mucho?— mamá estaba descontenta con lo que estaba escuchando — ¿Estas segura? —

— Si, es mejor para todos — dije tratando de convencerlos — Sé que suena feo y duro pero es lo mejor para todos nosotros. No quiero que Norman vuelva a interrumpir la paz en esta casa —

— Si llega a poner un pie en esta casa, se las verá conmigo — dijo mi padre en guardia.

Sonreí, a pesar de ser un hombre frío con su familia, era protector.

— No hace falta — dije.

— Tienes el apoyo de tu madre y el mio — dijo mi padre por ambos, aceptando la decisión que tome.

— ¿Cuando te irás? — pregunto por primera vez mi nana.

La mire.

— No sé tengo que hablar con mi amigo para decidir cuando nos iremos — respondí.

— Tienes mi apoyo, Ámbar — dijo mi amiga a mi lado.

— El nuestro también —dijo mi madre agarrando la mano a mi padre quien asentia ante las palabras de mi madre.

— Cuentas con todos nosotros, mi niña — dijo Nana, sonrei, mi familia por primera vez me apoyaba en una decisión.

— Muchas gracias a todos — agradecí.

Después de hablar un rato más y despedirnos, cada quien fue a su habitación Hanna vino conmigo por que se iba a quedar a dormir.

Ya acostada deje que el sueño me dominará, mañana al despertar trataría de contactar con Michael.

(...)

Volví a mirar la pantalla de mi celular, no sabia si llamar o esperar a que el mensaje sea leído.

— Nunca creí que un celular sea tan importante que un desayuno — bromeó Hanna — ¿A quien llamas? — pregunto.

Estábamos en la cocina, eran las diez de la mañana y estábamos desayunando lo que nos preparo mi Nana, ella también estaba con nosotras.

Mi Bella Esposa<<Norman Reedus>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora