Capítulo 8: Disparo

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Te he dejado esta canción por si eres de esas personas, como yo, que mientras lee escucha música.

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| VICTORIA'S POV |

- Tenemos que hablar y me tienes que explicar muchas cosas- espetó Maleck.

- Ya te lo dije, necesitaba que me conociera y... que se llevará una buena impresión- me defendí.

- ¿Acostándote con él? ¿Que clase de impresión querías dar?¿Sabes el susto que me llevé cuando todos estaban en casa y nadie sabía en dónde diablos estabas?

Dios odiaba cuando se metía en el papel del hermano mayor.

- Sabes que me se defender, no tienes de qué preocuparte- me detuve y lo miré fijamente- Se lo que hago.

- ¡Dios no lo entiendes!

- ¡Claro que lo entiendo! Pero necesito hacerlo y desahogarme. Me mintieron y siempre creí tener algo que no tenía; una amiga, un novio, personas que me querían...

- ¡Nos tienes a nosotros ahora! ¿No te basta?- lo había cabreado.

- Eso ni lo dudes, pero necesito sacar todo el odio que tengo dentro, solo así podré seguir con mi vida y hasta que no los destruya no voy a descansar.

- Es obvio que no lo entiendes, cuando las cosas hayan acabado mal recuerda mis palabras.

Sabía que él tenía razón y que lo estaba decepcionando pero nadie me iba a quitar la idea de destruirlos.

- Solo apóyame por favor- agaché mi cabeza.

- Sabes que lo hago, pero lo que haces te va a traer problemas. Alomejor fue él quien envió el mensaje, tenemos que estar alerta- levantó mi cabeza con su mano.

- Vale. Ahora si ya has acabado de reñirme, sigamos caminando que no me fío de esos cuatro.

Quise cambiar de tema, nuestra "charla" empezaba a alterarnos y él lo notó porque no me dijo nada más y continuamos caminando hasta el punto de encuentro con los chicos.

Hoy teníamos que vigilar un almacén llena de droga a petición de nuestro socio. Últimamente habíamos tenido muchos problemas con la vigilancia, las mafias enemigas se habían enterado de que nosotros no vigilábamos los almacenes y lo aprovecharon para atacarnos, así que tuvimos que volver a hacerlo nosotros.

Llegamos al punto de encuentro y Teo y Karol estaban muy tranquilos, cualquier persona que los viera diría que están dando un paseo y no vigilando droga, aunque las armas y ropa que llevan los delataría un poco.

- ¿Hay algo sospechoso por esa zona?- preguntó Teo.

- No- respondimos Maleck y yo a la vez.

- Esto está muy tranquilo, no es normal- dijo Karol.

Maleck y yo habíamos ido por la izquierda del almacén a vigilar si había algo sospechoso, Teo y Karol se quedaron vigilando la entrada del almacén y David y Carlos se fueron por la derecha y aún no habían vuelto.

Por lo lejos se veían sombras y con nuestras armas apuntamos decididos a disparar.

- ¡Ya llegó por quien llorabais! - gritó Carlos para que lo escucháramos.

- Cállate, no hagas ruido- David le dio un golpe en la cabeza.

Se acercaron y ya por fin todos estábamos reunidos en el punto de encuentro.

- ¿Algo? -pregunté.

- Nada- respondió David.

Esto no me gustaba, otros pensaran que es bueno que no haya nada ni nadie pero perfectamente podía ser una trampa.

LILITHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora