DOS SEMANAS DESPUÉS
| VICTORIA'S POV|
No tengas dolor, no sientas dolor, no muestres dolor.
Repetía estas palabras continuamente, día tras día, desde que me tenían aquí encerrada. Debía admitir que el hombre que me torturaba hacía muy bien su trabajo, mis moretones daban fe de ello.
No sabía cuantos días habían pasado pero podría jurar que llevaba más de una semana siendo torturada de todas las formas posibles. A veces solo me golpeaba él, otras veces venían más de tres personas y me dejaban inconsciente hasta el día siguiente para volver a hacer lo mismo incluso con más personas, eso era soportable. También estaban los cortes, los malditos cortes, lograban dejarme inconsciente varias horas, no eran tan profundos para no matarme pues si moría la diversión y la tortura terminarían.
Había aprendido que el mejor aliado para mi torturador y enemigo para mi era su preciado látigo, sus carcajadas me lo confirmaba cada vez que hacía sangrar mi cuerpo con él.
—Es sorprendente que aún no estés muerta—Luca, el nombre de mi torturador, dejó el látigo en la pequeña mesa de metal donde estaban el resto de objetos de tortura.
—Te encantaría—dije sin mostrar dolor por los latigazos que acababa de recibir—Lástima que no sea así.
—Me fascina que me retes sabiendo que estás a mi merced—una sonrisa se formo en mi cara para después soltar pequeñas carcajadas mezcladas con dolor—¡¿De que te ríes?!
—¿No es obvio?—lo miré fijamente—¡De ti imbécil!
Me dio una bofetada que hizo eco en la sala donde me encontraba, sentí dolor pero no por el golpe que me dio sino por el hecho de no poder devolvérselo ya que estaba atada a unas cadenas que hacían sangrar mis muñecas.
—¡Eres una pequeña zorra!
—Lo sé—mis ojos transmitían furia—Pero no sabes lo que esta zorra te hará cuando salga de aquí, porque lo haré y serás el primero a quien buscaré para divertirme un poco.
TRES SEMANAS DESPUÉS
—¿No hablas?—Luca comía delante de mí, era otra de sus formas de torturarme, no física sino mentalmente—Dame conversación, últimamente estás muy callada.
Era cierto, no tenía fuerzas ni para hacerlo enfurecer, estaba cansada y solo me daban de comer una vez al día, habían tratado de violarme pero luchaba hasta que se cansaban, eso conllevaba a días sin comer o más golpes pero no iba a dejar que me pusieran un dedo encima.
—Ve-vete a—tosí sangre—Vete a la mierda—alcancé a decir en un susurro.
—No te escuché zorrita—me cogió del pelo y me tiró al suelo, me habían quitado las cadenas, sabían que ni siquiera podía mantener la cabeza firme—Creo que te hacen falta unos cuantos latigazos.
Apartó su comida y cogió el látigo para volver a torturarme.
UN MES DESPUÉS
—Zorrita—se agachó hasta el suelo en donde estaba tirada—Un doctor se ofreció a curar tus horribles heridas.
No le hice caso, seguía con los ojos cerrados, me había mentido tantas veces diciendo que un doctor me iba a revisar que ya no le creía.
—Póngala en esta camilla—dijo una voz conocida, sentí como mi cuerpo era levantado para después caer bruscamente en una camilla muy cómoda, cuanto echaba de menos una cama—Tenga cuidado señor, puede retirarse, yo me encargaré de la paciente.
—No puedo irme, tengo que vigilarla—discutió Luca.
—No haré nada malo señor, pero debo atenderla y esto se hace en privado—contraatacó el doctor.
Luca dudó pero a los pocos segundos escuche como cerró la puerta, dejándome a solas con él.
—Todo saldrá bien, solo aguanta un poco más—no logré ver su rostro bien pues tenía un párpado hinchado y la pérdida de sangre que me provocó Luca no ayudó tampoco.
—Ayuda—dije al desconocido—Sáqueme de aquí.
—No puedo, no ahora, solo aguanta un poco más, pronto regresaré y te sacaré de aquí— volvió a repetirme.
Sentí que pasó una eternidad mientras me curaba, dolía como el infierno cuando pasaba alcohol por mis heridas o simplemente las tocaba, solo agradecía que a Luca no se le ocurrió la idea de amputarme alguna parte de mi cuerpo.
—Tranquila Vicky, volveré a por tí—sentí como posó sus labios sobre mi mejilla—Lo haré y volveremos a estar juntos, te lo prometo. Jamás tuve que desaparecer de aquel orfanato.
Se alejó de mí y pude ver mejor, no lograba identificarlo pero aquellos rasgos solo me llevaban a una persona.
Duncan
¿Acaso estaba muerta al igual que él o simplemente era todo una alucinación?
Me daba igual, pude verlo a él y no a aquella camiseta ensangrentada que muchas noches se presentó en mis pesadillas.
Se acercó a la puerta, la abrió y entró Luca, quien echó a aquel doctor y se acercó lentamente hacia mí con una sonrisa, otra vez estábamos solos.
—Hoy te dejaré descansar, nada de golpes—con sus asquerosas manos empezó a jugar con los mechones de mi pelo—Pero mañana todo será igual y tú seguirás encerrada aquí. En cambio tus amigos estarán libres, disfrutando de tu dinero.
Mentira, ellos no harían eso—Pensé.
Él no me iba a poner en su contra porque ellos jamás me harían eso, jamás.
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Aquí tenéis el nuevo capítulo.😊
Habrá una maratón de tres capítulos esta semana y la siguiente actualización será la parte 2/3 de la maratón.
¿Quién es el doctor?
¿Odiáis a Luca? Pd: yo sí
¿Logrará escapar?
Sus amigos jamás harían eso, ¿cierto?
¡Esto y mucho más en los capítulos que se avecinan!
NoaNoa
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LILITH
Teen FictionElla es una mafiosa y no una cualquiera, la mas poderosa y temida. Regresó para cumplir un objetivo: Vengarse de los que un día le hicieron daño, los hermanos Miller. Pero uno de ellos es el más hipócrita y mentiroso de los tres. Él es el rey y sus...