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El reloj corrió y tú recuerdo expiró.

De madrugada llegaste tú y una fotografía de tu ojo verde sobresalía de todo. Comenzaste diciendo cual era mi canción favorita, trataba de comprender porque tanta tensión. Por un momento pensé que eras algo más haya detrás de tu computadora pero no, tu ubicación decía estar cerca de mi y mi corazón latió más rápido que otras veces.

La verdad es que no quería seguir jugando al valiente que cree derrotar al dragón más grande pero que cuando llega el momento solo deja su esencia para desaparecer.

Soy de esas personas que se encariña muy fácilmente y con un simple "Hola" ya estoy lamiendo la suela de tus zapatos y eso de verdad duele porque nunca sabré a quien amaré de verdad o simplemente será un sentimiento rápido y ya.

— Anda, vamos.

Nunca quise decir que no y tú tampoco pero si sabías que lo nuestro era prohibido para que jugar lo mismo de siempre.

Vivimos en un mundo donde las personas siempre están disfrazadas, es decir, en mi caso no sabía que la persona que creía más ruda era la más tierna y cruel del mundo.

Cuando el silencio hace ruido ahí estás tú.

MELANCOLÍA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora