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El Cuarto Recuerdo:

Las veces que llueve.

Cuando las tardes están grises es porque pronto va a llover.
El viento se transforma cada vez en una ráfaga.
El sol se cubre poniendose una manta negra.

Cierro mi ventana porque no quiero que entre el agua e inunde mi mente recordándote.

Han pasado 50 minutos y ya me eh aburrido, veo las gotas bajar lentamente por la ventana juntandoce para hacerce más grandes y bajar más rápido.

Lo hago como en los caminos de una hora, ahora solo me concentro en cómo se escuchan las gotas caer al impactarce con el suelo frío.

Huelo como en esa esquina, el olor a tierra mojada me tranquiliza pensar que aunque más que te ame no podré tenerte porque, es prácticamente imposible que el universo de un giro repentino y todos mis pensamientos sean igual a los tuyos.

Cuánto te veía ahí, posada toda mojada y el rojo del semáforo te alumbraba. ¡No lo hagas por favor! No te vayas que no termino aún...

Corro, y correré por siempre tratando de alcanzar tus manos y aunque sea una vez más disfrutar ese momento donde no vuelva a ver tus chinos mojados de nuevo.

Las veces que llueve te recuerdo con esa bella melodía con la que una vez subí al techo y lleno de dolor miré al cielo triste imaginando que te tenía a mi lado sosteniendo mi mano, que nuestros cuerpos rozaban y dormía plácidamente en tus hombros.

Siempre diré que odio las noches cuando llueve porque me llena de nostalgia pensarte y que aunque sé que no es verdad, me encanta pensar de manera totalmente inesesaría que tú me piensas también.

MELANCOLÍA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora