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Hoy que ya te eh dado pistas de mi amor pienso que todo acabo, las palabras flotan y se mantienen juntas como nubes grises, que si solo pensabas en algo sexual déjame decirte que yo no soy de esos.

El frío invierno congela mi corazón y lo cura de ustedes dos y que aunque aún no las saco de mi mente tendré presente que ya no siento nada cuando las veo.

Al pasar de los años eh comprendido que entre tú y yo ya no hay nada. Ya no escribo sus nombres en el espejo y cuando lo hago ya no siento la misma aceleración que sentía las primeras veces que lo hacía.

Comprendo perfectamente que siempre jugamos como niños en una batalla irreal donde el perdedor soy yo y termino berreando. Tú sales corriendo porque temes ser acusada.

Y cada que subes una foto tuya no dejo de admirar tu belleza y trato de convencerme que no eres la gran cosa, sino que eres una mínima parte de un cachito de neurona que es diferente a las demás.

El hielo se derrite y mi querer por ti disminuye. Aún hablamos y somos muy buenos amigos pero ese día donde no pensaba que decirte y confundí las cosas fue la última vez que escribiste para mí.

—¿De qué?— pregunté y en realidad no recuerdo porque.

El 10 de marzo a las 8:19 PM recibiste mi mensaje pero nunca lo abriste.
El 11 del día siguiente a las 7:37 PM sucedió lo mismo y hoy siendo las 10:44 PM espero que abras esos mensajes y los leas pero sólo logró ver cómo los 9 minutos aumentan a 10.

11:00 PM.
Un círculo verde me indica que estás activa pero no lees ninguno.

Concluyó lo nuestro, hoy en día solo te veo en las personas que ve mis historias y en fotos de tus amigos. Ya conozco tu cara, tu cuerpo y tu altura; aún siento algo cuando reproduzco tu voz y leo los mensajes pasados.

Con las palabras de mi padre que me dijo cuando le conté de tí terminó diciendo lo siguiente:

"No es necesario tener a alguien para encontrar el amor."

MELANCOLÍA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora