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El Segundo Recuerdo:

Los caminos de una hora.

Siempre escuchaba música, soy un amante de la música en inglés, era la específica para que me quitara el estrés y perderme en una canción como por un mes.

De noche o de madrugada escuchaba la misma y nunca me cansé de escucharla y cuando no la escuchaba sentía que me faltaba el alma.

Amaba como sonaba el piano mezclado con el ruido de la ciudad, mi perfume mezclado con el olor a contaminación y las ráfagas de aire tocando mi cuerpo por las avenidas.

Después de saber que existias mi mundo cambio por completo. Todas las canciones que escuchaba me recordaban a ti aunque hablarán de algo muy diferente a lo que sentía.

Que todas las veces que te veía recordaba la misma canción que escuchaba en el camino e imaginaba tenerte a lado mio, bailando solos en la obscuridad con todos los reflectores apuntando nuestro amor imposible.

Al parecer viajabas más rápido que el sonido, ibas y venías dejando porciones de agua salada y las ponías en mis ojos para que el día que ya no llegarás las derramará por ti.

Si las canciones son tristes o lentas te veo a ti, en frente mío, corro y trato de abrazarte y te desvaneces como el humo cuando subes al auto negro.

Un mes con esa sola canción, solo ese mes y los caminos de una hora me hicieron comprender que en realidad te amaba.

MELANCOLÍA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora