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Pongamos las cosas así:
¿Has escuchado hablar de la liebre y la tortuga?

Supongamos que el tiempo es la liebre y tú eres la tortuga.
Cuando la tortuga llega a la meta de mi corazón el tiempo tardará en llegar porque se quedó dormido de tanto esperar y cuando llegue será demaciado tarde para darse cuenta que te a perdido.

MELANCOLÍA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora