Capitulo 4: Una que otra.

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Narra Nick.

- No me parece para nada divertido Manuel - había protestado Rafa (un castor) quien estaba depositando dos baldes en el suelo para que Rosa (quien era una coneja) y Corina los tomarán, ellas tampoco estaban de humor.

- Esto iba a suceder tarde o temprano - dijo en su defensa Manuel, quien seguía pasando el trampeador por el pasillo.

- Mejor calla antes de que te de un golpe con este trapeador - le amenazo Murrow (el cual era un rinoceronte) claramente molesto.

- Ya perdona, solo quería hacer reír un rato, a mi tampoco me gusta estar limpiando mi cuarto de la basura podrida de la cafetería - dijo esté alzando la bandera de paz, Murrow solo negó con su cabeza y dedicándole una mirada fría a Manuel entró a su cuarto.

Yo ya tenía el material suficiente como para hacer una lista de los animales que querían matar a Manuel.

- Dicen que a los de abajo les fue peor, fueron pescados podridos - comentó Perrie saliendo de su cuarto el cual ya casi estaba totalmente descontaminado, ella era la única de mi misma especie en el pasillo.

- Ahora me siento menos desgraciada - dijo con ironía Corina saliendo de su cuarto con el balde totalmente vacío y un trapeador también en sus manos, ella era una oveja, pero que su apariencia no te engañara, era de todo menos agradable.

Pobre Judy, todo lo que tendría que limpiar, aunque apuesto a que esto podría unir a su pasillo para que se ayudaran entre sí, hasta podía olfatear el olor a pescado podrido desde aquí.

- Pensé que nos harían alguna fiesta de bienvenida o algo mejor que esto - comentó Bruno quien estaba apoyado en su puerta y había sido el primero en limpiar todo sorpresivamente, este era un guepardo - No me siento seguro sabiendo que pueden entrar a nuestros cuartos cuando se les venga en gana - alegó también, Perrie asintió con su cabeza totalmente de acuerdo.

- Tendremos que ponerle doble seguro cuando salgamos - dijo Murrow cerrando la puerta de su cuarto con desagrado.

- Anotare eso - dije entrando a mi cuarto para sacar las bolsas de basura en las cuales había tenido que introducir la basura podrida que antes estaba sobre todo el suelo del cuarto amontonada, porque este no era tan espacioso.

- ¿El director no hará nada? - preguntó Perrie quien también sostenía dos bolsas de basura, Bruno fue quien respondió con una carcajada.

- Sera mejor que ni consideremos la idea de decirle algo al director, nadie quiere problemas el primer día y menos con animales que van en los últimos grados, apuesto que fueron ellos los que hicieron esto como bienvenida - respondió el alzando sus hombros despreocupado, resignándose.

- Esto es un asco - me queje - ¿alguien más tirará la basura? - pregunté al ver solo a Perrie con bolsas, todos negaron con su cabeza excepto Perrie que se acercó a mi para que empezáramos a caminar hacia las escaleras.

- Pensé que por ser una universidad con tan buen extracto, no iban hacer este tipo de bromas - comentó ella cuando empezamos a bajar los primeros escalones, íbamos a bajar por el ascensor, pero la simple idea de tener que permanecer unos segundos encerrados con el mal olor que desprendía la basura nos hizo decidir bajar por las escaleras.

- Las apariencias engañan - dije - espero no encontrarme con otra sorpresa así, no me gusta mucho la idea de estar limpiando constantemente - agregué con desagrado, Perrie se rió.

- Imagínate que las sabanas olieran igual a toda esta basura - propuso ella con diversión - tendríamos todos una noche compartida en el pasillo.

- Unidos por la comida de la cafetería, sería una buena anécdota - dije de acuerdo con ella y también riendo un poco, Perrie era solo un poco más baja que yo y estudiaba la carrera de artes.

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