Capítulo 16

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—A ver, entonces tú eres el amigo de él, que era el amigo de mi amiga.

Zato la observó con confusión, y luego sonrió.

—Em, sí, eso mismo. Y nos gustaría que nos llevaras con ella, para poder verla, ya que hace mucho tiempo no la ve.

—¡Claro! Ella estará muy feliz de verlos, incluso ésta misma noche iré a cenar con ella, y podría llevarlos.

—Eso sería fantástico, gracias Fleur.

—Eso sí, no se cómo llevarlos a mi casa —pronunció pensativa—. Está lejos, y no puedo dejar la moto, ni llevarlos con ella.

—Eso es verdad.

—¡Lo tengo! —sonrió—. Llamaré a un taxi, le daré la dirección de mi casa, e iré detrás del mismo en mi moto, así llegamos los tres al mismo tiempo.

—Fantástico, eres increíble.

—Gracias —le dijo tomando su celular—. ¿El no habla mi idioma?

—Sí, sólo que es algo tímido —sonrió divertido.

***

Tenía todo preparado para tener una noche de chicas, porque sí, hacía mucho no tenían una noche tranquila, para relajarse y hablar.

Había puesto un futón en forma de oso gigante que había comprado por internet, en la sala, junto al colchón de ella, para dormir ambas.

Aunque hasta que eso pasara, iban a usarlos para acostarse y ver películas, mientras comían helado.

Escuchó que tocaban el timbre de su departamento, y fue con una gran sonrisa hasta la puerta. Ahora que Fleur había llegado, pediría comida china y helado.

Observó por la mirilla para ver si se trataba de ella, y en efecto, ahí estaba la pelirroja, sonriendo ampliamente.

—¡Te tengo una sorpresa! —exclamó del otro lado Fleur.

—¿Qué me compraste está vez? —sonrió divertida, mientras abría la puerta.

—¡Dos machos Kanatitas! —chilló cuando Corine abrió la puerta, señalando a ambos muchachos—. ¿Verdad que no puedes creerlo? ¡Yo tampoco! —le dijo emocionada, abrazando a Zato, que le correspondió el abrazo, con una sonrisa divertida—. Y tenías razón, son todo lo que dijiste.

Corine observó aturdida a su amiga, luego al moreno que estaba abrazando... Y después a Blaise... Él estaba ahí.

—Permíteme presentarme, soy Zato, amigo de Blaise —sonrió el moreno, dándole la mano libre, ya que con la otra seguía abrazando a Fleur—. Un placer conocerte, Tisy.

—L-Lo... Lo mismo digo —murmuró tomándola.

—Oye, creo que ustedes deben hablar, los esperamos adentro —sonrió Fleur, tomando de la mano a Zato para entrar al departamento—. ¡Sí! ¡Ya te trajeron el futón de oso! —chilló desde adentro.

La pelirroja solía ser muy escandalosa, tan extrovertida, que no le importaba mostrarse como era. Una chillona que se emocionaba fácilmente.

Corine cerró la puerta suavemente, y se volteó para observar a Blaise, que seguía con esa expresión seria, molesta.

—C-Creí que jamás volvería a verte. Cuando me obligaron a irme, fui a verte y ellos dijeron que tú no quisiste recibirme —le dijo con lágrimas en los ojos.

—Te odié durante mucho tiempo —pronunció en un tono profundo, sorprendiéndola—. Pero logré aceptar mi error, y entender que todo lo que ocurrió, fue mi culpa. Jamás debí llevarte conmigo, tendría que haberte dejado en la selva. Qué alguien más te encontrara, o te asesinara.

BlaiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora