EL futuro da miedo cuando no tenemos claro nuestro camino, Kaminari Denki es un chico que solo busca disfrutar su presente junto a su mejor amigo Kirishima, quien había estado a su lado durante mucho tiempo y apoyado. Sin embargo ciertos acontecimie...
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Kaminari se echo en su cama mirando la pantalla de su teléfono, mirando los mensajes que Kirishima le había enviado los últimos días, entre ellos un sin fin de disculpas. Se sintió mal al ignorarlo durante tanto tiempo sabiendo que este solamente quería disculparse, pero también se sentía molesto, tan molesto que eso dejo de importarle.
Dejo caer su teléfono en la cama y se abrazo a una almohada, hundiéndose en sus pensamientos. Sintiendo como perdía todo. Su corazón se estremeció ante el vago pensamiento de no volver a tomar una conversación con Kirishima, él era sin duda la única persona que necesitaba y que sin embargo estaba alejando de él. Pero no con el fin egoísta de "Ya no te necesito" si no con las palabras "Ahora puedo continuar solo, gracias". Siempre había buscado el sentido de su vida, sus propósitos ¿Cual era la razón de su existencia de una persona que no tienes sueños y ni posibilidades? Habían días en los que estas preguntas caían sobre su espalda como una pesa de mil kilos.
Nunca dispuso de sueños, tampoco de metas, ni planes que le dijeran que hacer con su vida. Nunca hubo nadie que le marcara una linea recta por la cual caminar y tampoco hubo alguien que le reprendiera por no pensar en su futuro. Simplemente dejo que el tiempo siguiera su curso, haciendo cada vez mas inevitable el futuro que se acercaba.
Miro el reloj de su habitación y contemplo cada hora cursar, cada segundo se perdía mientras él seguía ahí recostado, lamentándose por hechos del pasado.
Pero solo así, pudo ser capaz de conciliar su preciado sueño. La mañana llego en un abrir y cerrar de ojos, Kaminari a penas y sintió que durmió. Sentía como las horas pesaban sobre sus párpados como si hubiera pasado toda la noche jugando videojuegos. Se rió de su ridículo yo y después continuo con las tareas del día. El clima era templado, se podía sentir poco el calor y el viento hacia bailar las hojas de los arboles.
Kaminari lavo su rostro y arreglo un poco su cabello, miro el horario de ese día y al ver que no había nada importante por hacer ese fin de semana, se relajo. Prendió el computador aun estando en pijama y se dirigió a su juego preferido. Mientras hablaba con unos de sus compañeros de juego, su corazón latió fuerte cuando este confeso que tenia miedo. No era el único. Habían mas como él que no tenían idea de que estudiar, que carrera será la que haga sentir orgullosos a sus padres. Kaminari escucho a aquel chico, el cual le menciono una frase que simplemente logro calmar su corazón de la agonía.
—...pero esta bien no tener un sueño—escucha del otro lado del audífono—solo detente, hay mucha gente que siempre nos esta mostrando de que es correcto y que no, tratan de trazar una linea para nosotros pero a la mierda eso ¿Quienes son para juzgar? la gente siempre te dirá "Esa mierda no te dará para comer" se burlan de nuestros sueños pero ¿Ellos que son? solo idiotas que siguen la misma linea recta que otros, deberíamos simplemente dejar de pensar en el resto y pensar en lo que nosotros queremos o eso creo...
Kaminari guardo silencio haciendo que el otro jugador le hablara para confirmar que aun seguía ahí. No, no estaba ahí, estaba nadando en un mar de preguntas donde al fin parecía encontrar una respuesta. Una pequeña isla en la deriva, pero ahí estaba, un lugar donde creía que podía estar a salvo.
