EL futuro da miedo cuando no tenemos claro nuestro camino, Kaminari Denki es un chico que solo busca disfrutar su presente junto a su mejor amigo Kirishima, quien había estado a su lado durante mucho tiempo y apoyado. Sin embargo ciertos acontecimie...
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—¿Quieres prestar un poco de atención a lo que estoy diciendo—la voz de Jirou hace que Kaminari salga de sus recuerdos y viaje a el rostro de la chica. Por la expresión de su rostro y la línea que forman sus cejas, el rubio supo que estaba molesta.
Quizá Jirou llevaba tiempo hablando con Kaminari mientras este estaba en una nube de ilusión en la que recordaba el día anterior como el mejor de toda su vida. El cosquilleo en su cuerpo le alertaba el deseo insaciable de volver en el tiempo y repetir aquella escena tantas veces él quisiera.
—lo siento—se disculpo el rubio.
—no quiero saber en que estabas pensando, prefiero que nos quedemos así—la chica del cabello oscuro poso su mirada en la pizarra—sea lo que sea, debe emocionarte tanto como para no prestar atención a todo lo que te rodea ¿O me equivoco?
—no te enojes conmigo—suplica el rubio frotando las palmas de sus manos en aire en forma de disculpa—mejor dime ¿Qué me estabas diciendo?
—¿Qué harás con la universidad?—cuestiono por decima vez esa mañana—aunque no lo crear me preocupa que termines como un vagabundo.
—¡ah! ¡Jirou se preocupa por mi! ¡Soy tan feliz!—canturreo.—pues veras... mi futuro promete ser brillante en cualquier circunstancia—el repentino positivismo de Kaminari levanta dudas al respecto.
Jirou analizo un poco mas la postura de Kaminari.
Sus ojos estaban llenos de un brillo inocente y dulce, como los ojos de niño, lleno de ilusión a un mundo perfecto antes de caer en la realidad. Su sonrisa era por mucho la mas grande que había tenido los últimos días. Tampoco había de olvidar que la apariencia del chico había mejorado repentinamente, se veía mas arreglado, mas perfumado y fresco. Era como si quisiera impresionar a alguien.
La pregunta era: ¿A quien?
El desliz de la puerta del aula hizo que la joven girara hacia la entrada. Sus ojos se abrieron al punto de salirse de sus cuencos oculares.
Kirishima, estaba igual de presentable que Kaminari, con el uniforme impecable y bien planchado, con su cabello bien peinado, con su rostro limpio y juraba por todos los dioses, que se había puesto una mascarilla facial.
El pelirrojo tomo asiento en su lugar de siempre y Kaminari siguió mirando a Jirou con aquella sonrisa risueña.
—¿Y que carajos les pico? ¿Es contagioso?—la respuesta era Cupido, y si, el amor es tan contagioso como cualquier tipo de enfermedad.
—no tengo la menor idea de lo que hablas—negó Kirishima con cierta neutralidad en su voz, tratando de disimular que frente a él estaba la persona que mas quería en el mundo.—Kaminari, no olvides que en dos semanas tengo la competencia.
—me ofendes ¿Alguna vez he olvidado una competencia tuya?
—tienes razón—sonrió de forma boba sin poder disimular ni un poco sus sentimientos hacia el rubio.
