Capitulo XXX

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Cuando los minutos corrían uno tras otro se podía sentir la presión sobre su espalda, sentía que de repente le faltaba el aire

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Cuando los minutos corrían uno tras otro se podía sentir la presión sobre su espalda, sentía que de repente le faltaba el aire. Estaba atemorizado, era como estar dentro de una pesadilla donde era torturado por preguntas que no tenían una respuesta clara.

Kaminari paso por su cabello una pequeña cantidad de agua para peinarlo antes de salir, se miro al espejo y trato de reconocer su mirada, trato de encontrar valentía y seguridad, pero sus ojos continuaron mostrando preocupación. Pues muy poco sabia quien era, no tenia sueños ni metas, tan solo quería despertar al día siguiente y disfrutar su vida sin remordimientos, pero ese no era el plan perfecto que todos deseaban. Todos esperaban mas de él y Kaminari temía decepcionarlos.

El rubio salió del baño y tomo chaqueta del sofá. Una tela de mezclilla que quedaba a juego con su pequeño conjunto de ropa que consistía en un pantalón negro y una camisa de color blanca.

Salió de su casa y camino poco hasta la estación del metro. El reloj marcaba exactamente las seis de la tarde. El sol estaba cercano a ocultarse, solo eran unos cuantos rayos de sol dorados los que restaban en las calles. Luego, tras algunos minutos de esperar, la noche se abrió paso, las lámparas de las calles se encendieron e iluminaron los largos senderos.

El barrio donde su abuelo vivía se mantenía vacío, era como si no existiera alma en aquella zona, pero por las luces de las casas que decoraban el largo sendero, era que sabia que cada una de ellas estaba habitada.

Siguió caminando hasta poder deslumbrar la enorme casa del mayor. Una gran cantidad de luces estaban encendidas. Parecía ser una bienvenida para él. Kaminari se paro frente a la puerta principal, toco el timbre y espero a que su llamado fuera atendido, no paso mas de un segundo cuando la puerta se abrió y mostro a aquella dama que le atendió las veces pasadas.

Ella, como siempre, le recibió cortésmente y lo llevo directamente hacia el comedor donde se encontraba su abuelo. El anciano llevaba puesto una camisa de color blanca. sobre aquella camisa llevaba puesto el chaleco negro de su traje, parecía que asistiría a una gala a pesar de que esa noche cenaría en casa.

Kaminari tomo asiento en uno de los lugares disponibles y mantuvo una pequeña conversación trivial con su abuelo antes de ir directamente al tema central de la cena. Por la puerta del comedor cruzo aquel hombre de apariencia joven, de algunos 26 años aproximadamente, como siempre llevando un aspecto formal y cargando consigo un portafolio negro que nunca pasaba desapercibido. Su nombre era Kai, un insistente asistente que Kaminari no lograba quitarse de en cima. Él se disculpo por la demora y tomo asiento al frente de Kaminari, con una simpática sonrisa que el rubio aborreció.

La cena seria cómoda si no fuera por la causante de dicha reunión. Una razón que mantenía al rubio con los pelos de punta y con la intención de salir por la ventana para no volver a poner un pie en esa casa. Quería evitar el tema lo mas que pudiera, introduciendo temas sin importancia.

Un futuro contigo | Kirikami| Kaminari Denki x Kirishima EijiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora