El bar estaba atestado, pero Maya había reservado con anticipación una mesa para ella y Alicia. Al ser una noche de chicas, lo último que habrían hecho sería invitar amigos, pues la idea era conocer hombres con los cuales divertirse a lo largo de la noche y que fuesen anónimos una vez que acabara la velada.
La música que resonaba en los parlantes era increíble, la vibra alrededor era contagiosa, y cualquier preocupación que las hubiera agobiado a lo largo de la semana iba quedar relegada durante las próximas horas. Desde la posición en la que se encontraban ubicadas era posible observar todo su alrededor, es decir, contaban con una estupenda vista del local y eso incluía notar a los chicos guapos que empezaban a llegar o que ya estaban dentro.
—Después de todo lo que me has contado, lo último que habría esperado escuchar es que tu cliente, porque no me dejas decir el nombre ni siquiera en susurros, fuese una persona tan compleja. Has vivido en pocas semanas, situaciones muy intensas con él. ¿Tienes algún sentimiento más allá de solo el deseo físico? — preguntó Maya, girando la pajilla del exquisito cóctel entre los dedos.
El local no era el más costoso de Chicago, pero tampoco estaba ubicado en una zona problemática. Tanto Maya como Alicia disfrutaban visitando sitios que usualmente el común de los nacidos en esa ciudad no conocían; les gustaba descubrir nuevos lugares, considerando siempre el tema de seguridad como premisa.
—No lo sé... —Alicia soltó un largo suspiro—. Y no quiero empezar a hacerme ideas en la cabeza, porque puede resultar peligroso.
—Cuando me contaste cómo reaccionó al enterarse de que Ives había sido tu novio en Seattle, me sorprendió. Si solo te considerara una folla-amiga, le hubiera dado igual o no se habría inmutado por el comentario de Dax.
—Tienes que considerar que Ives es el jugador con el que más encontronazos ha tenido Chase sobre el hielo. No sé cómo se me escapó semejante detalle durante mi investigación del perfil, y lo único que puedo hacer para justificar ese desliz es decir que en realidad jamás me pareció importante. Vamos, ¿quién se iba a imaginar que yo iba a terminar saliendo con él? —cerró los ojos brevemente—. No "saliendo, saliendo" propiamente dicho. Pfff, tú entiendes lo que te quiero decir.
Maya se rio.
—Me hace pensar... Todas estas conversaciones, flirteos, y sexo intenso, empieza a tomar un tono por completo distinto. —Alicia dio varios tragos a su cóctel. Un Cosmopolitan—. Además, te conozco muy bien, al punto de darme cuenta que el brillo que tienes en la mirada, cada que mencionas su nombre, no lo he visto con ninguna otra persona con la que has tenido una relación. Claro, antes de que te dé un ataque de pánico, si entiendo que se trata de "una relación" bastante particular.
Alicia no quería entrar en aguas pantanosas. Se temía que Maya había dado en el clavo; sus sentimientos por Chase iban más allá de lo físico, pero eso era algo que jamás admitiría en voz alta. Tampoco podría definir exactamente qué tipo de sentimientos tenía por él. Por otra parte, tenía muy claro que le quedaba un largo tramo de trabajo con los Chicago Warriors, y no pensaba echarlo a perder.
—Todavía quedan algunas semanas por delante, Maya, y lo último que quiero en este preciso momento es saber que tan profundo es el hoyo en el que me acabo de meter. Así que, ¿qué te parece si por ahora cortamos el tema de la persona en cuestión, y nos divertimos? O mejor todavía, ¿por qué no me cuentas quién es el chico con el que te vi charlando cuando volví del aseo hace pocos minutos?
Esa noche, Maya llevaba un precioso vestido amarillo, y con los labios pintados de rojo destacaba su exuberante boca. Poseía un estricto sentido de la moda, si por estricto se podría entender que jamás permitía que otros influenciaran su estilo. Cada que ya entraba en un salón, en una reunión o en una oficina, todas las cabezas volteaban a mirarla por su belleza exótica.
ESTÁS LEYENDO
©Oscura redención (COMPLETA)
RomanceUna vida en las calles, la lucha constante por sobrevivir y una determinación de acero han convertido a Chase Beckett en una figura mediática de la que todos quieren un titular. Los fans de su equipo de hockey sobre hielo lo buscan por sus feroces j...