Conectada a ti 3: Reecuentro en Londres (Harry Styles y tú)

Capitulo 2

DEDICADO A TODAS LAS LECTORAS QUE HAN ESPERADO TODO ESTE TIEMPO. OS AMO

_________

Después de la ducha, fui corriendo al armario para poder vestirme lo más rápido posible. Si quería ir a ver a la doctora Díez para pedirle consejo sobre mis malditos sueños, tenía que darme prisa. Luego tenía que ir a casa de mi madre para recoger ciertas cosas

-¿Para qué vas a casa de tu madre? -me preguntó Lucas, aún con el pelo mojado, a pesar de que él había salido antes de la ducha

-Ya te lo he dicho antes. Tengo que recoger algunos libros. Quiero incluir algunos datos en mi discurso. Ya sabes, para que no piensen que soy una novata. Quiero que sepan que soy profesional a pesar de ser tan joven

-Sí, la más joven de la convención

Yo no pude evitar una sonrisa

Lucas tenía razón. Era la primera vez que aceptaban en el Psyco World Congress a alguien tan joven como yo. Nunca habían aceptado a alguien con tan poca experiencia en nuestro "mundillo"

-Oye, y para ir a tu casa, ¿tienes que vestirte así?

-¿Así, cómo?

-Tan... arreglada

Terminé de ponerme la americana azul eléctrico y me miré al espejo. Llevaba unos pitillos en negro y, debajo de la americana, una blusa de seda en blanco. Me había maquillado y me había recogido el pelo en una coleta muy formal

Es verdad que iba un poco arreglada, pero no podía ir de cualquier forma a la consulta de la doctora Díez

-Es que tengo que pasar consulta a una paciente -mentí

Sí, le había mentido. No tenía ningún paciente que atender hoy. Mentí a Lucas porque no quería que supiese que me preocupaba seriamente el tema de mis pesadillas. No quería preocuparle a él también. Además, me haría confesarle qué soñaba y no quería decirle que había vuelto a soñar con él. No quería hacerle creer que había vuelto a recaer

-¿Una paciente?

-Sí, le cambié la cita a Macarena. Le venía mejor a ella en vez de venir la semana que viene. Y a mí no me importaba

Fui a mi mueble zapatero para coger mis mocasines azul de tacón. Y para que no viera mi cara. Lucas siempre sabía cuándo mentía. Bueno, casi siempre, porque nunca llegué a confesarle que estaba esperado un bebé y que lo perdí cuando tuve el accidente. El bebé cuyo padre era él. Lucas sólo sabía que tuve el accidente por culpa de una acosadora. No me sentía preparada para contárselo. Era muy duro para mí. Aún seguía sintiéndome así

Sí, mi matrimonio no estaba del todo limpio. Había muchos secretos en él, pero eran secretos que habían caído en el olvido. Los había enterrado dentro de mí y no quería volver a traerlos a mi vida. No, esos secretos eran míos. Nadie más merecía saberlos

-¿Y vas a hacer que vaya Claudia a la consulta sólo para una hora?

Claudia era la encantadora secretaria que había contratado cuando abrí mi propia consulta hace dos años. Era un cielo de chica

-No, para nada. No voy a molestarla sólo por una hora

-No deberías de haber cambiado la cita. Precisamente no has abierto la consulta en toda la semana para poder prepararlo todo para el congreso. Te recuerdo que nos vamos mañana por la mañana

-No me importa, Lucas. Tenemos tiempo de sobra. Además, Macarena necesita ayuda con su depresión. No puedo dejarla sola. Conmigo no lo hicieron

Lucas me miró con un poco de tristeza en sus ojos. Seguro que se le pasó por la cabeza todos esos años en los que yo lloraba día y noche. Como mi paciente