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Abrí los ojos poco a poco para poder acostumbrarme a los pocos rayos anaranjados de sol que se colaban por las cortinas de las ventanas y me deslumbraban. Cuando los terminé de abrir por completo, vi perfectamente donde me encontraba
Era una habitación de paredes en tonos amarillos y blancos. La cama era de sábanas blancas con varias rayas en verde en la parte superior, y al tacto eran finas y muy frías en comparación con mi piel. Los muebles de mi alrededor eran de color blanco y la lámpara del techo era un simple fluorescente. Todo aquello me daba muy mal rollo. Al instante descubrí por qué era. Estaba en un hospital. Y odiaba los hospitales. Ni siquiera fui al hospital cuando mis sobrinos nacieron. Era como una especie de miedo o fobia. Giré la cabeza para poder ver qué había más en esa horrible habitación. Había un sofá en tono azul oscuro y varios sillones del mismo color. Nada más
Me sorprendi cuando vi a Lucas acurrucado, con las piernas encogidas y subidas al sillón en el que estaba acostado, justo el de al lado de mi cama. Se había quitado la americana del traje en negro que llevaba, la corbata gris estaba tirada en el sofá azul y su camisa tenía varios botones desabrochados, enseñando la mancha de nacimiento que tenía en sus pectorales. Su pelo se había revuelto, tal y como lo llevaba en la universidad. Estaba muy guapo
De pronto, y sin quererlo, imágenes de la noche en la que tuve el accidente volvieron a mí, como diapositivas en movimiento
Flashback
La cabeza me dolía como jamás en mi vida y el cuerpo era más de lo mismo. Las luces de la habitación estaban encendidas y hacían que empeorara el dolor de cabeza. Estaba demasiado cansada y dolorida como para levantar la cabeza y examinar donde estaba. Lo único que pude hacer fue desviar un poco la mirada para ver alguna pista que me dijera donde estaba y sin hacer mucho esfuerzo
Vi que una mata de cabellos marrones estaba apoyada a mi lado, con sus brazos cruzados apoyando su cabeza en ellos y descansando su mano en mi brazo lleno de vías que estaban conectadas a goteros con véte tú a saber lo que llevaban
Toqué su pelo como pude y me di cuenta, tan sólo por el tacto, que no era Harry. Sus rizos no se enredaron entre mis dedos y me hicieron cosquillas como solían hacer, sino que era más bien lacio y corto. Él giró la cabeza y vi que era Lucas. ¿Qué hacía él allí?
-¿Lucas? -pregunté un poco desorientada. No sabía qué pasaba
Estaba completamente dormido, pero en cuanto me vio, abrió los ojos de par en par
-¡Ángeles, se ha despertado! -la despertó Lucas
No me di cuenta de que mi hermana y mi madre estaban al otro lado de la habitación, durmiendo de la misma forma que Lucas
-Llamaré al doctor- mi madre se levantó enseguida y salió de la habitación. Aún seguía adormilada. Igual que mi hermana
-Hola, peque -dijo Lucas junto a mi cama. Sus ojos brillaban a pesar de las ojeras que tenía- ¿Qué tal te encuentras?
-Me duele todo
-Normal. Has estado en coma durante tres semanas tras el accidente de tráfico -Eva tenía los mismos surcos bajo los ojos- ¿Lo recuerdas?
Sí. Claro que lo recordaba. Jamás olvidaría cómo el coche de Hanna se aproximaba al nuestro hasta chocarnos y estrellarnos contra el suyo. Y tampoco olvidaría su mensaje antes del coche kamikaze:
"Si no puedo tenerte yo, nadie podrá tenerte. NUNCA"
Un escalofrío recorrió entero mi cuerpo
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Conectada a ti 3: Reecuentro en Londres (Harry Styles y tú)
FanfictionYa han pasado 6 años desde el fatídico accidente, desde aquella noche difícil de olvidar, desde el dolor provocado por la pérdida de esas almas cándidas e inocentes. Pero el tiempo transcurre con rápidez y sin darnos cuenta. Las cosas cambian. Y los...