Capitulo 9

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Harry

Me desperté de repente, sin ningún estímulo que me obligara a abrir los ojos. Supongo que estaba ya harto de dormir y mi cuerpo necesitaba moverse. Me puse boca arriba y me di cuenta de que estaba aún con la ropa de ayer. No me había quitado ni siquiera los botines marrones. Ayer estaba demasiado cansado como para hacerlo. Desahogarte y sacar todo lo que llevas dentro siempre es agotador. Me incorporé y me senté en la cama. Respiré profundamente para poder enfrentarme a un nuevo y asqueroso día. Me peiné el pelo con los dedos (necesitaba un corte de pelo urgente), alisé un poco mi ropa y bajé las escaleras

Un olor a huevos fritos y salchichas inundó la casa. Y mis fosas nasales. Fui a la cocina y me encontré a Gemma con una espumadera en la mano. Me recordó muchísimo a la época en la que _____ se quedó aquí para cuidarme. Aunque en realidad me estaba haciendo el malito en más de una ocasión para que se quedara un poco más

Gemma estaba paseándose de aquí para allá haciendo el desayuno como si estuviera en su propia cocina. Bueno, en realidad era casi de esa forma. Ella vino conmigo y me ayudó con los muebles y a decorar la casa. Lo hicimos juntos. Como buenos hermanos

-Buenos días. ¿Qué tal estás?

«Hecho una verdadera mierda»

Me había pasado toda la maldita noche llorando desconsoladamente. Justo como la primera vez. Y Gemma, como excelente hermana que era, se había quedado toda la noche conmigo, durmiendo en la misma cama que yo y abrazado a ella, consolándome y enjugando mis lágrimas. Me protegió de la misma forma que hacía cuando éramos unos críos y tenía pesadillas. Por eso la quería muchísimo. A pesar de que pasasen los años sin hablar en absoluto con ella

-Mejor -medio mentí. Sacar todo lo que tenía dentro me ayudó en parte

-¿Te apetece desayunar? -hizo un gesto hacia la enorme cantidad de comida que había preparado

-Si no hay más remedio...

Hacía mucho tiempo que no probaba el delicioso desayuno casero. Normalmente no comía o tomaba comida precocinada que había sobrado del día anterior. Desde luego, mi alimentación era un desastre descomunal

-Muchas gracias -dije

-De nada. Miré en la nevera y ví que no tenías nada así que fui al super de aquí al lado y...

-No me refiero a eso -la interrumpí- Me refiero a quedarte toda la noche conmigo -dije un poco avergonzado- Incluso después de tratarte como lo hice

-No pasa nada. Eres mi hermano y siempre lo serás. Aunque discutamos y no nos hablemos. Yo siempre estaré a tu lado

Me levanté de la mesa y la abracé muy fuerte. La quería a más no poder. Al fin y al cabo, era mi hermana mayor

Cuando terminamos de desayunar, fui a la ducha y me vestí con ropa y muda nueva. Quería ir a ver a _______ al hospital, así que cogería dinero para unas flores. Sus favoritas. Me dirigía a la salida cuando vi a Gemma con los brazos cruzados

-¿Vas a ir a verla, verdad?

-Sí -lo dije sin rodeos y cogiendo las llaves del coche

Gemma resopló con las cejas levantadas, como dándose por vencida con mi actitud. Y así fue

-Anda, trae -me quitó suavemente las llaves de mi coche y sacó las suyas- Deja que te lleve yo en mi coche. Yo también quiero verla -se apuntó- La sorpresa será más gorda, pero al menos no se enfadará tanto contigo. No delante de mí. Es demasiado educada

Yo sonreí ante la decisiòn de mi hermana. Pensé que se enfadaría y tendríamos una pelea como la de ayer, pero no fue así. Me apoyó. Tal vez, volvería a partirme el corazón, pero al menos ya tenía a Gemma conmigo

Conectada a ti 3: Reecuentro en Londres (Harry Styles y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora