Conectada a ti 3: Reecuentro en Londres (Harry Styles y tú)

Epílogo

Dos años después

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Las pequeñas lucecitas amarillas y blancas adornaban todo el techo del salón y de las columnas de estilo griego que se enredaban alrededor de ellas como si fueran plantas silvestres. Las mesas con manteles blancos y rosáceos y decoradas con centro de mesas amarillos, junto con sillas de madera de roble con algunos lacitos allí y allá, hacían que el salón de bodas fuese muy cálido y romántico. La banda del fondo tocaba canciones de ayer y de hoy bastantes moviditas mientras que la gente se arremolinaba en la barra libre del bar. Los más atrevidos, normalmente señoras mayores y niños, se encontraban en la pista, bailando de forma cómica para alegrar aún más la fiesta. Desde luego, Liam y Emma habían organizado una buena boda. Estaba todo perfecto. Incluso ellos

Liam, con un impoluto traje negro de raya diplomática con cortaba negra y Emma, con un vestido de novia de palabra de honor y largo, muy largo, haciendo que la cola fuese un poco más larga de lo normal. Yo le dije que era un poco larga, pero a ella le encantaba así que, yo no era quién para contradecir a la novia. Ésa era su boda de ensueño, ella era la protagonista, y si a ella le gustaba el corte del vestido un poquito más largo de lo normal, pues lo llevaría. Aún así estaba impresionante

Me quedé un poco mirándolos a ellos bailar. Se notaba al instante que ellos estaban enamorados, muy enamorados. Bueno, no hubieran dado ese paso si no lo estuvieran, ¿no? Me alegraba muchísimo por ellos dos. Hacían una pareja excepcional y ambos se complementaban el uno con el otro. Me alegraba haber venido a esta boda

Tras quedarme viendo un ratito a los novios, hice un barrido por la pista de baile hasta que por fin lo encontré. Harry estaba bailando de forma cómica con Lux, su niñita Lux. Yo me quedé embobada con esa imagen. Era tan tierna y delicada... Harry era tierno. Pero con ese traje en negro y esa corbata roja, con el pelo echado hacia atrás, pero un poco alborotado, hacía que pasase de ser tierno a ser tremendamente sexy. Él me guiñó un ojo desde la pista de baile y yo me sonrojé, como cada vez que me miraba de esa forma

Y pensar que estuve a punto de perderlo... Recordaba aquellos días, hace dos años, y el corazón y el estómago se me encogían del dolor y de tortura y los pulmones me dejaban de funcionar. Fueron unos días muy duros y agonizantes

Flashback

-¡Una ambulancia! ¡UNA AMBULANCIA! -grité aún con Harry en mis brazos

Harry no podía dejarme. Simplemente, no podía. Ibamos a estar juntos, a saltar, y ahora él no podía dejarme sola

Intenté espabilarle dándole palmaditas en las mejillas, manchándoselas con su propia sangre que salía de su cabeza, pero no me respondía. Había cerrado sus maravillosos ojos esmeralda que tanto me enamoraban y no los abría de ninguna forma. Cogí su mano y me la llevé a la mejilla para ver si reaccionaba, si me acariciaba de la forma en la sólo él podía hacer, pero tampoco. Me temía lo peor

Y tras unos angustiosos minutos, oí la sirena de la policia y de la ambulancia que se aproximaban hacia nosotros. Los médicos bajaron e hicieron que me apartara de Harry. Yo no quería dejarle, pero sabía que así no iba a ayudar en nada. Los médicos tenían que hacer su trabajo, y para ello tenía que quitarme de en medio. Una policia que había allí me cogió suavemente del brazo y me apartó de allí para que pudieran tener espacio

-¿Es usted amiga de la víctima? -me preguntó

-Soy su novia -contesté un poco aturdida

Sí, eso era para Harry. Era mi amor, la persona a la que más amaba en este mundo. Sí, él era mi novio, mi amante. Eso y mucho más

-¿Ha visto lo que ha ocurrido?