Conectada a ti 3: Reecuentro en Londres (Harry Styles y tú)

Capitulo 19

Muy buenas, mis amores:

Siento mucho, mucho, mucho, mucho no haber subido en tanto tiempo. Y creo que os debo una explicación del porqué. Por eso, pongo esto al principio del capi, para que lo veais

No os voy a mentir diciendo que he estado muy ocupada o que no he tenido tiempo o que estaba enferma, etc... porque sería mentiros y eso es lo último que yo quiero hacer. La verdad de que no haya escrito es porque no tenía voluntad de hacerlo. Esto es un hobbie que tengo, no una obligación. No tenía voluntad porque en todo este tiempo que no he subido han pasado ciertos acontecimientos que han hecho que me replantee muchas cosas en mi vida. Han hecho que me replantee esto de escribir. Ya soy mayorcita, bastante mayorcita como para andar escribiendo este tipo de novelas, los fanfics. Ya es hora de que madure y deje esta etapa, a pesar de que tengo millones de ideas en la cabeza que dudo que las olvide

Lo que quiero decir es que, tal vez, después de esta novela, eche el cierre a Wattpad. No cerraré mi cuenta porque quiero que otras lectoras disfruten de las fanfics que hice, pero sí que dejaré de escribir. Esto es una idea que estoy barajando, no es algo definitivo. Es sólo algo que me estoy replanteando muy seriamente

Seguiré subiendo, como ya he dicho (no pienso parar esta fanfic a estas alturas), y espero que disfrutéis muchísimo de estos capítulos de mi, tal vez, última novela. Ya veremos

Os amo, chicas. A cada una de mis queridas lectoras, de mis amadas CRAZY MOFOS. Os quiero y espero que os guste el capitulo de hoy. Un besazo, mis amores

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Harry

Nada. Nada. No sentía nada ahora mismo. Podían abofetearme, darme una paliza, incluso quemarme con un hierro candente, que no sentiría dolor alguno porque mi corazón ya había dejado de latir. Tal vez no literalmente, pero ojalá hubiera sido así. Ojalá hubiera muerto. Así el físico hubiera acabado por fin con el emocional. Porque me lo merecía. Claro que me lo merecía. Las palabras de _____ eran tan ciertas como el aire que necesitaba para respirar. Aunque en ese momento yo no tenía nada de aire en mis pulmones

Me quedé en el ascensor, allí paralizado, sin mover ni un solo pelo de mi cuerpo ante las duras palabras de _____. Mejor dicho, ante la verdad que me soltó ella de golpe y porrazo. La verdad de que yo la dejé sola, la verdad de que no la apoyé cuando más lo necesitaba, la verdad de que me di por vencido por una estúpida nota, una nota totalmente falsa que _____ nunca escribió. ¿Cómo pude dejarla escapar? ¿En qué demonios estaba pensando? Ella quería que estuviera allí, deseaba que ocupara el lugar de Lucas y no él, y sin embargo no lo hice porque me di por vencido rápidamente. ¿En qué cojones estaba pensando? Habían ocurrido tantas cosas y todas tan rápidas que mi corazón estaba confundido y cansado de esos problemas, cansado de luchar contra el dolor y la pena. Ella dijo que no quería verme y acepté su decisión de buenas, la acepté porque me lo merecía. Ella creía que la había engañado y ni siquiera tuve oportunidad de explicárselo cuando ocurrió el accidente. Ella seguiría pensando lo mismo incluso después del accidente, así que tomé esa decisíon de dejarla en paz. Porque pensaba que no me creería, que no me perdonaría nunca, que me odiaría siempre, que no querría estar a mi lado cuando, en verdad, eso era lo que más deseaba ella. Di las cosas por hechas y no me paré a pensarlo bien. En vez de eso, me torturé durante seis años con mis penosas hipótesis, con mis ideas, con cosas que podía haberme ahorrado si hubiera ido a por ella, si no me hubiera dado por vencido tan fácilmente, si hubiera luchado por ella como tenía que haber hecho. _____ tenía razón. Era un cabrón de mierda. Un cabrón que la había vuelto a cagar

-Señor, señor -oía una voz femenina que me estaba llamando. No era _____- Señor, ¿está usted bien?

Alcé mi cabeza y vi unos ojos tiernos y amables mirándome con preocupación. Me di cuenta de que era la señora que antes me había ayudado, la señora mayor. De lejos no parecía tan mayor, pero ahora que la veía de cerca, podía ver que tenía varias arrugas en la frente y en la comisura de la boca. Tal vez no calculé bien la edad