Conectada a ti 3: Reecuentro en Londres (Harry Styles y tú)

Capitulo 12

FIN DEL MARATON 3/3

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-Esta noche salimos por ahí a conocer la noche londinense -dijo Eva nada más montar en el taxi

-Oye, acabo de dejar a mi marido en el aeropuerto rumbo a España. ¿Podrías esperar un día? O unas horas, al menos

-_______, tengo que recuperar el tiempo perdido. Por eso me fui unos dias de España

-¿Recuperar el tiempo perdido? ¿Es que acaso no tienes suficiente con tu familia?

-Pues claro que sí. Ellos son mi vida. Amo y adoro a mi marido y a mis hijos los amo más que a nada en el mundo -lo dijo como si fuera una verdad universal. Y para ella lo era- Pero tengo que recuperar el tiempo que he perdido para mí misma. Entre el trabajo y la casa no tengo tiempo para divertirme un rato y salir con mis amiga. Salir contigo

La verdad es que se pasaba todo el día de aquí para allá, leyendo libros para hacer las críticas, hacer las tareas de la casa, recoger a los niños... Yo no tenía hijos ni una vida tan ajetreada como la suya, pero nada más imaginármelo, lo comprendía

-Muy bien. Vale. Pero a un local tranquilito, ¿eh? Que ya estoy mayor para esas cosas

-¿Mayor? ¿Con 28 años? -negó con la cabeza haciendo un chasquido con su boca en tono de desaprovación- Tú y yo nos vamos a ir a un club marchoso y a pasarlo bien

Yo la miré incrédula. Tenía 28 años, con un marido y dos preciosos hijos y aún así seguía siendo el alma de las fiestas

-¿Qué? -preguntó cuando ya llevaba un rato mirándola

-Es que es increíble

-¿El qué?

-Que aún sigas teniendo una quinceañera dentro de ti. Me recuerdas a aquella vez que te escapaste de casa para irte con un novio motero que conociste en una fiesta

-Sí. Mamá me pilló y me cayó una buena bronca

-Bueno, a las dos. A ti por escaparte y a mi por haberme callado

Las dos empezamos a reirnos tanto que hasta el conductor se giró y nos miró raro, como si nos hubieramos escapado de algún manicomnio

Cuando llegamos al hotel, cada una se fue a una planta. La primera fue la mía

-Oye, -Eva atrancó la puerta del ascensor para que no se cerrara- ponte guapa, ¿eh? Nada serio o formal o aburrido

-Pues lo que tenga en la maleta. Tampoco traje mucha ropa

Traje lo justo para pasar el fin de semana y algún que otro jersey y pantalón por si acaso ocurría algo. Quién iba a pensar que al final iba a necesitar esa ropa...

-Tranquila, que ya te dejaré algo -acto seguido, dejó que las puertas se cerrasen mientras me guiñaba un ojo

Esta Eva... Aunque cambiase su vida, ella nunca lo haría. Y eso me encantaba. Seguiría siendo auténtica. Seguiría siendo Eva

Busqué y rebusqué en toda mi maleta hasta que encontré algo que era bastante sobrio, pero que a mí me gustaba. Era un jersey con el cuello tan ancho que llegaba de hombro a hombro, unos vaqueros negros y simples y unos zapatos de tacón. Me maquillé un poquito con sombras marrones y gloss rosa y me sacudí un poco el pelo para que pareciera que tuviese más volumen

Cuando ya estaba terminando, llamaron a la puerta. Era Eva. Se quedó bastante sorprendida cuando vio mi atuendo

-¿Vas a ponerte... eso? -puso cara de limón agrio