IX

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10-09-18

Querido diario:

No te puedo decir que este día fue mejor que el anterior, y si lo hiciera creeme no sería verdad, a penas logre levantarme de mi cama para poder prepararme para ir al instituto, sentía todo mi cuerpo pesado y cansado, y creo que se debe a que no pude conciliar el sueño anoche, y cuando al fin mis ojos empezaban a ceder, la tenue luz del sol se filtro a través de las cortinas por mi habitación.

Así que sí creíste ayer sería un día cansador, ni siquiera te digo como fue el de hoy.

Un sol brillante en todo su explendor, brillaba en el cielo azul, acompañado de un aire demasiado caluroso, fui al instituto, este día simplemente, no podía ser peor, fue lo que pensaba mientras caminaba en dirección al instituto. Al llegar ahí todo era como siempre suele ser, y es normal ya que es un instituto, y todos los días los estudiantes andan deambulando de aquí para allá, cuando llegue a mi casillero luego de atravesar el tumulto de gente que se iba amontonando en algún lugar por alguna razón que era desconocida para mi; luego de unos minutos me vi acorralada por mis queridas amigas.

—Hasta que te encontramos. —dijo Lenna con expresión seria.

—Hay muchas cosas de las que hablar Harmony. —dijo Morgan mientras se cruzaba de brazos.

—Demasiadas. —dijo Lorena mirándome con el semblante serio.

—Chicas, no creo que sea el momento para eso. —dije mientras intentaba no hacer contacto visual con ninguna de ellas.

—¿Con quien estuviste ayer? Esperábamos verte en el receso, pero nunca llegaste. —dijo Morgan, con un semblante mas relajado.

—No estuve con nadie. —dije mientras me daba media vuelta y cerraba mi casillero y luego volvia a quedar frente a ellas.

—¿A no? —dijo Lore con su semblante aun serio. —Eso no es lo que oímos por ahí. —dijo mientras se cruzaba de brazos.

—¿Y qué les dijeron? —dije extrañada.

Y en el momento en el que Lorena iba a hablar, sono la campanilla.

—Te salvaste de nuevo, pero eso no será para siempre. —dijo ella mirándome con los ojos entrecerrados.

Les dedico una sonrisa inocente y camino en dirección a mi primera clase al igual que ellas.

Mi primera clase se paso rápida y la segunda también, esta ultima la compartía con Lore, la cual se sentó junto a mi como siempre, y me dedicaba miradas serias cada dos por tres.

Salimos de la clase juntas, ella dijo para ir juntas a la cafetería, pero yo le había dicho que primero tendría que cambiar mi libros, y así lo hicimos. Fuimos en dirección a mi casillero, mientras ella le escribía a las chicas de que pronto nos reuniríamos con ellas, en la mesa de siempre.

—Siento que andas rara. —dijo Lore mientras se recostaba por el casillero que estaba al lado del mío. —¿A caso te sucede algo? —dijo ella mientras me miraba con el semblante serio.

—Claro que no, creo que te encuentras algo paranoica.

—No lo estoy, y no soy la única que piensa así Harmony. —dijo mientras dirigía su irada hacia el frente. —Has cambiado mucho estos últimos días, antes solo te apartabas de las demás personas, pero no de tus amigas, y ahora es como si no quisieras pasar tiempo con nosotras. —dijo con un tono triste que no era muy común escuchar en ella.

—Lo siento, yo no quise, yo solo, no sé, mi cabeza anda metida en otro lado es todo. —dije dándole una sonrisa de labio serrado, no tan alegre como esperaba, pero algo era algo.

Mi diario de baja autoestimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora