Capítulo 2

92 8 0
                                    

¿Maquillaje? Descartado.

12–09–18

Querido diario:

Créeme que hoy creo que cometí la mayor estupidez qué pude haber hecho en, no sé ¿toda mi vida? Bueno no tan así, pero algo así.

Lo primero no tanto, vamos aceptar una cita con un chico, no es nada, pero volver a aceptar otra y con un idiota como sabés que es él, vamos eso si es malo, eso si es estúpido.

¿Quieres saber cómo sucedió esto? (realmente no se porque pregunto, ya que quieras o no, igual te lo contaré).

Lo que sucedió querido diario fue qué: Hoy, viernes, cuando estaba tranquila, al fin disfrutando de la paz de no tener a mis amigas, encima para que les cuente lo sucedido anteriormente; camine por los pasillos casi solitarios en dirección a los casilleros, ya que las chicas me estaban esperando en la cafetería con los chicos, para hablar de algo que estoy segura, que no será de mucho agrado para mis oídos, así que mi pequeña excusa fue venir a buscar mis cuadernos para las siguientes clases. Estaba frente a mi casillero moviendo la cabeza ligeramente (con mucho disimulo, por cierto) al compás de la música, mientras intercambiaba mis libros, cuando termine cerré mi casillero y al dar media vuelta, me agarra un pequeño sobresalto, por casi haber chocado con el cuerpo de Arthur el cual no se encontraba para nada lejos del mío, extendí mi brazo hacía el frente, marcando un poco de distancia entre nosotros, me saqué uno de los auriculares y lo mire con los ojos entrecerrados, mientras acomodaba mi mochila sobre mi hombro izquierdo.

—Hola Harmony. —dijo mientras me miraba fijamente con esos ojos cafés.

—Hola Arthur. —dije mientras me cruzaba de brazos y lo miraba con una ceja levantada. —¿Y ahora a qué vienes?

—A nada, solo pasaba a saludarte ¿A caso tiene algo de malo? —dijo mientras levantaba una de sus cejas, y me miraba con esa mirada seductora, con la que se que puedo haber conseguido muchas cosas, solo me limite a encogerme de hombros.

—Para nada. —dije mientras me movía hacía un costado y me ponía el otro auricular y empezaba a caminar hacia la cafetería. Sentí que caminaba cerca de mí, pero se mantuvo a una distancia prudente sin decir nada, estaba segura de que algo tramaba pero no podía asegurar nada.

Cuando llegamos a la puerta de la cafetería, él me hizo una seña para que pasara primero, y eso me hizo dudar, me saque ambos auriculares y lo mire con una ceja levantada.

—Las damas primero. —dijo mientras hacia un gesto con la mano, para que pasara primero, solté una risita.

—Oh vamos, eso no funciona conmigo. —dije para luego indicarle con la cabeza que él pasara primero, él sé encogió de hombros y pasó primero, y nada pasó, no hubo pintura, agua o algo por el estilo, así que imite su acción, pero cuando cruce por esa puerta sentí como algo caía sobre mí, pero no era algo mojado, ni pegajoso, ni frío, ni caliente. Cerré por un instante los ojos, por un simple reflejo esperando que haya sido algo espantoso, pero no fue así, de hecho de sentía suave sobre mi tacto, y al abrir los ojos vi que eran petalos rojos.

—¿Pero qué mierda? —dije mientras agarraba los petalos que habían caído sobre mis manos, y miraba hacia el frente, todos miraban en mi dirección, luego fije mi vista en la mesa del centro y vi un enorme cartel, Harmony Hanson, aceptarías..., mire en dirección al cartel con los ojos entrecerrados. —¿Aceptaría qué? —dije mirando en la misma dirección a que salga él susodicho para decirme que era lo que quería que acepte, aunque créanme ya tenía una idea de lo que podía ser.

—Aceptarías darle una oportunidad a este desdichado. —dijo Arthur, mientras salía de no sé dónde, con una rosa roja en la mano, lo mire incrédula, y camino hasta mí, hasta quedar a unos pasos de distancia, Dios quería matarlo, por  haber hecho esta estúpida escenita llamando la atención de todos en el instituto. Hice como si lo estuviera pensando, para luego arrojar los petalos que había en mi mano en su dirección.

Mi diario de baja autoestimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora